Si eres una persona que se hace esta pregunta, como puede llegar a hacérsela la víctima de maltrato, cuando está en el proceso de separarse definitivamente de su maltratador, o a lo largo de su proceso psicoterapéutico (cuando accede a él en busca de la superación de una relación que ha sido traumática para ella, y de un cambio significativo en su vida):
¿CÓMO PUEDEN ESTOS HOMBRES MALTRATAR A LAS MUJERES Y SEGUIR SU VIDA “CON NORMALIDAD”?, la información que voy a aportarte en esta entrada te será de gran utilidad para entenderlo. Así lo hacen, utilizando estos mecanismos psicológicos defensivos (que les permite tener una imagen de ellos mismos que no corresponde a una identidad de maltratador):
● NEGANDO. Niegan su comportamiento. Son incapaces de reconocer que están haciendo algo incorrecto, malo o agresivo hacia otra persona. Para ellos están desempeñando el papel que le corresponde a un hombre “como debe de ser”.
Esta mentira la mantienen ante sí mismos y ante otros, convirtiéndose en el mecanismo que les permite mirarse al espejo todas las mañanas, sin sentir remordimientos o culpabilidad.
La forma mediante la cual consiguen la negación, es a través de la minimización, racionalización y justificación. Se dan una explicación de lo que está ocurriendo según sus propios esquemas y pensamientos, y cada vez ampliando más los límites de su conducta, de tal manera que llegan a un punto en que hagan lo que hagan, por muy horrible que sea, a ellos les parece normal. Hasta que este autoengaño no finaliza, el ciclo de la violencia continuará siendo cada vez más grave.
● MINIMIZANDO el daño para distanciarse del daño causado. Se convence de que el hecho no es tan grave, diciéndose “yo no la pegué, sólo la empujé”, así además se permiten culpabilizar a la víctima de exagerar la agresión. El maltrato psicológico es muy fácil de minimizar para los maltratadores.
● JUSTIFICANDO, consiguen explicar por qué hicieron lo que hicieron. Ejemplos:
- “no pretendía matarla, pero tuve que amenazarla para que dejara de chillar”,
- “me hizo llegar al límite, me sacó de quicio y perdí el control”,
- “es que no entiendes nada, para que lo entiendas necesitas que te grite/te pegue”,
- “yo no soy así, pero es que tú me presionas y ya no puedo más”,
- “es que tienes que cambiar, y si no te digo lo que tienes que hacer las cosas no funcionan bien, no tienen un orden”,
- “me llamas loco y no te das cuenta de que en realidad soy protector, y te protejo de la gente de afuera”,
- “es que no me respetas, no me obedeces”, etc.
… Si admitieran que su conducta es agresiva, violenta o mala, tendrían que admitir que son violentos o malos, ya que todos solemos identificarnos con nuestra conducta. Por tanto, justificar es una forma natural de supervivencia psicológica.
La negación es un truco de supervivencia que permite al agresor vivir consigo mismo engañándose y engañando a la gente. Por tanto, no es extraño que este tipo de agresores, fuera del contexto doméstico, en público, puedan resultar unas personas encantadoras, amables e incluso cariñosas. Engañando al vecindario, a extraños, familia, amigos y amigas.
El hombre violento tiene ideas cerradas y por ello, no tiene prácticamente ninguna posibilidad de cambio: cree que la mujer y las hijas e hijos son de su propiedad y con sus “propiedades” puede hacer lo que quiera, percibe la conducta de la mujer como provocadora, le resulta muy difícil de observarse a sí mismo, confunde los sentimientos de ira y miedo …
Aunque la mayoría de la sociedad tenga la imagen del maltratador “machista” o sexista (y como hemos dicho puede/suele ser así, la realidad es que podemos encontrarnos con VARIOS TIPOS DE MALTRATADORES, entre los cuales están:
● EL PREPOTENTE, es el más común, al que calificamos a menudo de machista. Es violento, tiene roles muy sexistas: se cree dueño y por encima de la mujer a la que considera inferior, la aísla del entorno para que no cuestione su autoridad, ni observe el comportamiento correcto de otros hombres con sus parejas y entorno…
● TIPO MALTRATADOR CAMUFLADO, y por su dificultad en detectarlo, muy peligroso: son manipuladores, inmaduros, aparentemente dependientes y absorbentes. También aíslan a la mujer, pero de forma distinta: buscan problemas para que la salida sea problemática. Por ejemplo, si la mujer va a ir a una fiesta se pone enfermo para que se tenga que quedar a cuidarle, hace gestos para inspirar lástima …
Es un artista del chantaje emocional. Si la mujer quiere ser ella misma, le hace entender que es a costa de hacerle sufrir a él. La mujer piensa que está siendo egoísta y se siente culpable.
Finge necesitar a la mujer para conseguir que ella nunca realice sus propios deseos, tenga sus propias ideas, disponga de tiempo o amistades. La domina hasta convertirla en rehén de él.
Se identificará en mayor medida con el maltrato psicológico, del que no obstante, también participa el maltratador prepotente. En realidad, no suelen darse este tipo de conductas tal como se tipifican (formando parte de uno sólo de los dos tipos de maltratadores), sino que en la mayoría de las ocasiones estas conductas aparecen mezcladas tanto en una forma de presentarse el maltrato como en la otra.
(Nota: lo importante no es tanto tipificar si se trata de un tipo de maltratador u otro, con el que nos encontramos delante, sino de identificar si sus conductas son maltratadoras, sean de un tipo u otro, ya que como hemos dicho el prepotente se puede dar de forma mezclada, en diferentes grados, con comportamientos que hemos dicho también muestra el maltratador camuflado. Ya que cuanto más conozcas de este tema (de los comportamientos que muestra), con mayor facilidad podrás identificar si tienes a un maltratador delante de ti.
El maltratador, como persona que comete un delito, es un delincuente y debe ser juzgado por ello, y cumplir la pena de prisión (orden de alejamiento o sanción) que se le imponga. Otra cosa bien distinta es que dentro del centro penitenciario, además de cumplir la condena, se plantee el que pueda recibir tratamiento psicológico adecuado, a cargo de Instituciones Penitenciarias.
No obstante, no se debe confundir a la opinión pública ni a las mujeres víctimas de maltrato induciendo a creer que con una terapia el maltratador va a dejar de serlo, ya que como demuestran las estadísticas mundiales no es así más que en menos de un 3% de los casos. El 97% restante suele abandonar la terapia cuando consigue que la mujer vuelva a admitirle, cuando ve que no puede conseguirla de nuevo, o cuando prescribe la imposición que hayan podido ponerle judicialmente, no siendo consciente de que el cambio tiene que hacerlo sin condiciones para su trato personal, familiar y amoroso con otras personas (es decir, porque realmente sienta un gran malestar verdadero con su forma de ser violenta, y busque un cambio profundo de su personalidad y conducta, independientemente de que su pareja le haya dejado y no vuelva nunca con él) y que la terapia que reciba debe ser de MUY LARGA DURACIÓN, no sólo de unas pocas semanas o meses.
Fuente: Parte de la Información procede de la Federación de Mujeres Progresistas.
Foto: Extraída de internet. Autor: Javier Muñoz.
Uf, que entradas Mar! Que tema difícil para las mujeres, sobre todo para las que se encuentran en situación de vulnerabilidad. Cada vez es más dificil hacerles frente ya que recurren a todo tipo de estrategias para confundirnos. Excelente todos los artículos. Cariños
ResponderEliminarMuchas Gracias Carmen:
EliminarEs necesario difundir esta información, que aunque dura de leer, es una realidad que existe y es importante que se conozca, en primer lugar para prevenir si se puede "saliendo pitando" cuando le ves las orejas a un lobo, como decía, vestido quizás de corderito. Espero llegue a muchas mujeres que duden si están viviendo en una situación de violencia en su pareja, y estos artículos les haga reflexionar (darse cuenta de que tienen delante de ellas a un maltratador). Además de escuchar que SE PUEDE SALIR DE ELLO (conocer que hay profesionales/recursos que estamos para ayudarles a conseguirlo, que no están solas).
Hay algo muy básico e imprescindible para mí, cuando se trata de violencia de género: sensibilizar a las personas que están alrededor de quién sufre esta violencia en la relación de pareja. Podemos hacer mucho por las víctimas que lo sufren, SI NO LO SILENCIAMOS, si les ofrecemos apoyo (aunque ellas puedan negar por lo que están pasando, como hemos visto), si entendemos por lo que están pasando, si les pasamos esta información para que sepan por lo que están pasando, que necesitan ayuda y van a recibir apoyo para saber cómo salir de la violencia.
Un abrazo