domingo, 8 de septiembre de 2013

Cerrando un ciclo ... abriendo una nueva etapa


                                  
 
Esta entrada es una despedida. Este blog llega a su fin en la publicación de nuevos artículos de Centro de Psicología Gestalt.
 
Podéis observar que ahora aparece como nombre del blog GESTALTMAR, con un significado muy especial, doblemente, para mí, en estos momentos, en los que estoy aprendiendo el idioma de Perls, el alemán.
 
En mi mente voy albergando nuevas ideas, que se agrupan en un futuro nuevo blog,  del que desconozco cuándo os haré su presentación. Éste necesita de mi tiempo y un nuevo espacio, para madurarlo, darle forma, y llegado el momento a quiénes de aquellos que me habéis seguido durante estos años, deseéis conocerlo,  junto con quiénes hayamos de encontrarnos a lo largo de este camino, que es nuestra vida, os hablaré del nuevo proyecto que actualmente está gestándose en mí (siento que vivo un período de un gran vacío fértil), a la espera de un "next" (un después),  muy productivo a nivel de ideas para mi nueva creación futura.
 
Inicio un nuevo camino, una nueva andadura acompañada, lo que me recuerda un proverbio que conocí a través de una colega y gran terapeuta (Sara Jort), y que es ahora cuando toma un sentido relevante para mí: "si quieres ir deprisa ve solo, si quieres llegar lejos camina acompañado". En ello estoy.
 
Gracias a todos y cada uno de quiénes me habéis leído y hecho llegar vuestros comentarios, con los que he crecido, me he sentido tocada y emocionado. Habéis ayudado a profundizar en dar a conocer el mundo de la Psicología y la Psicoterapia, con ellos habéis dejado vuestra huella y lo habéis convertido, así, también en vuestro blog, a través de vuestras palabras, dándole vida y movimiento, algo tan necesario como saludable  cuando hablamos de Terapia Gestalt (si no queremos entrar en rigidificaciones insanas).
 
 

jueves, 4 de abril de 2013

Necesito a mi Papá y a mi Mamá, aunque se hayan separado





En el anterior artículo os hablaba de los "Mensajes de odio en el S.A.P." . En esta entrada os quiero acercar un escrito en el que se refleja cómo evitar una relación en la que un progenitor aliena la figura del otro progenitor frente a su hijo, tras una separación de la pareja que constituían.

En esta carta nos habla de la importancia de respetar la imagen que el hijo tiene de sus dos progenitores, de no manipular ésta,  de cómo necesita mantener intacta la identidad de sus dos progenitores como las dos figuras más importantes de su vida, de los que tiene derecho a disfrutar de su presencia física, de la relación con éstos,  y de amarles con libertad, sin ser usado como arma para hacer daño al otro progenitor.

Si cada padre y madre que ha de pasar por el doloroso proceso de una separación de su pareja y así mismo de no poder compartir todo su tiempo con su/s hijo/s, se plantease llevar a cabo realmente, éstos aspectos psicológicos, emocionales y educativos, en su relación con su hijo tras separarse del padre o de la madre, y  también en la  nueva relación que establezca con su ex pareja, estarían evitando hacer un daño innecesario añadido a  su hijo, además de la dificil situación de ser un hijo de padres separados, y no poder volver a convivir conjuntamente con los dos.

Los principios y actuaciones que se reflejan en la siguiente carta, forman parte de las relaciones que se establecen con el otro (el hijo, la ex pareja y la familia extensa de ésta última) en las que se tiene en cuenta la salud mental y emocional del hijo. Hablamos de cómo construir relaciones en las que se potencia en la descendencia familiar el amor hacia el otro (padres, pareja de éstos, familia del menor por ambas partes), por parte de ambos progenitores. Además son señales de una madurez emocional y psicológica por parte tanto de la madre como del padre, para superar una posiblemente dolorosa ruptura sentimental, potenciando a la vez que esta sea lo menos daniña posible para su hijo/a, así como formas de permitirle que continue desarrollando vínculos de apego seguro con ambos progenitores.

Los valores, formas de pensar y sentir necesarios para lllevar a cabo realmente estas formas de comportarse y relacionarse con el hijo y la expareja (y el entorno de ésta) son muestras de auténtico amor y respeto por el hijo, por la importancia de su estabilidad psicológica. Son maneras de tener en cuenta su derecho básico y absolutamente fundamental, de poder disfrutar del contacto no contaminado, de la relación no manipulada, y de saberse teniendo (y disfrutando) del amor de sus dos padres.

Así los progenitores evitarían lo destructivo de crear, fomentar y propiciar otro tipo de relaciones con su hijo (la ex pareja y la familia extensa de esta) en las que uno de los dos progenitores se convierte en alienador del otro padre, potenciando preferencia hacia el progenitor alienador, fomentando el desarrollo de continuas muestras de lealtad hacia ese progenitor que inculca el odio hacia el otro progenitor (por el miedo del niño a perder su amor si no lo hace).

Con el interés de crear esta reflexión hacia los estilos educativos y relacionales, en padres en vías de separación, de potenciar el darse cuenta de los beneficios en la salud mental que puede tener una forma de crear vínculos con su hijo, frente a los perjuicios que produce en la vida de su hijo,  la forma alienadora de un progenitor, a manos de otro, publico esta entrada, que espero lean muchos padres que se encuentren en una ruptura sentimental con su pareja y que estén interesados por cómo hacer que esta separación no dañe innecesariamente el bienestar de sus hijos.

                                         CARTA DE UN HIJO A PADRES SEPARADOS

No traten de disipar mi dolor con grandes regalos y diversiones. Me duele el corazón y éste no sana con risas sino con caricias. Todo lo que necesito es la garantía de que, aunque estén separados, ninguno de los dos me abandonará.Díganme con palabras y actitudes que puedo seguir amándolos a los dos y ayúdenme a mantener una relación estrecha con ambos. Después de todo, fueron ustedes quienes se escogieron mutuamente como mis padres.

No me pongan de testigo, de árbitro ni de mensajero en sus peleas y conflictos. Me siento utilizado y responsabilizado por arreglar un problema que no es mío. Tengan en cuenta que todo lo que hagan para perjudicarse mutuamente, quiéranlo o no, en primer lugar me lastimará personalmente a mí.

No se critiquen ni se menosprecien delante de mí, así todo lo que digan sea la verdad. Entiendan que por malos que hayan sido como esposos, son mis padres y por lo tanto yo necesito verlos a ambos como lo máximo.

No peleen a ver cuál se queda conmigo, porque no soy de ninguno, pero los necesito a los dos. Recuerden que estar conmigo es un derecho, no un privilegio que tienen ambos y que tengo yo.

No me pongan en situaciones en que tenga que escoger con quién irme, ni de que lado estoy. Para mi es una tortura porque siento que si elijo a uno le estoy faltando al otro, y yo los quiero y los necesito a los dos.Díganme que no tengo la culpa de su separación, que ha sido su decisión y que yo nada tengo que ver. Aunque para ustedes esto sea obvio, yo me culpo porque necesito conservar su imagen intacta, y por lo tanto, el único que puede haber fallado debo ser yo.

Entiendan que cuando llego furioso después de estar con mi padre/madre, no es porque él/ella me envenene sino que estoy triste y tengo rabia con ambos porque ya no puedo vivir permanentemente con los dos.Nunca me incumplan una cita o una visita que hayan prometido. No tienen idea de la ilusión con la que espero su llegada, ni el dolor tan grande que me causa ver nuevamente que han fallado.

Denme permiso de querer a la nueva pareja de mi padre/madre. Aunque en el fondo del alma me duele aceptarla, yo quiero ganármela para no perder al padre/madre que pienso que me dejó por ella.

No me pidan que sirva de espía ni que les cuente cómo vive o qué hago con mi otro padre. Me siento desleal para con él, y no quiero ser un soplón.

No me utilicen como instrumento de su venganza, contándome todo lo "malo" que fue mi padre/madre. Lo único que con seguridad lograrán es que me llene de resentimiento contra quién trata de deteriorarme una imagen que necesito mantener muy en alto.

Asegúrense que comprendo que aunque su relación matrimonial haya terminado, nuestra relación es diferente y siempre seguirá vigente. Recuerden que aunque la separación pueda constituir para ustedes una oportunidad para terminar con un matrimonio desdichado o para establecer una nueva relación, para mí constituye la pérdida de la única oportunidad que tengo para criarme al lado de las personas que más amo y necesito: mi papá y mi mamá.

Recuerden que lo mejor que pueden hacer por mí -ahora que ya no se aman- es respetarse mutuamente.

Mensajes de odio en el S.A.P.


                                                                           


Una vez más quiero denunciar la existencia de un Síndrome, que aunque no reconocido aún en España, lo que complica realizar actuaciones profesionales desde diferentes ámbitos de actuación (legales y terapéuticos de intervención con el progenitor alienador y con los hijos maltratados), quiénes lo conocemos y quiénes lo han vivido en su propia familia, queremos denunciar su existencia, de este tipo de maltrato no reconocido y en muchas ocasiones no conocido por los mismos profesionales que podríamos intervenir en estas patologías que ocasionan problemáticas tanto en el hijo al que se le inculca el odio hacia uno de sus dos progenitores, como en el mismo progenitor alienado, así como la familia de ésta (abuelos, nueva pareja del padre alienado, tíos, primos...) a la que igualmente se induce a odiar convirtiéndolo en "los malos" por el progenitor que inculca el odio hacia ellos, por parte del progenitor, generalmente el custodio, hacia el otro.

La imagen que presento arriba es muy reduccionista, sobre habla de alguno de los mensajes que el niño puede escuchar sistemáticamente del progenitor alienador hacia el otro progenitor, al que se le induce a odiar, con verbalizaciones de odio vertidos hacia este padre y diferentes miembros de su familia, día tras día, sin contemplar otras frases que no pueden aparecer en la definición de este síndrome (en una sola foto). Ni así como tampoco aparecen los mensajes hacia los miembros de la familia extensa del progenitor alienado. Es decir, los mensajes que el progenitor alienador verte continuamente contra los abuelos, nueva pareja, hermanos, o sobrinos... del progenitor al que se busca alienar.

Si queréis saber más al respecto de este síndrome (de sus síntomas, grados en los que puede presentarse, de sus consecuencias en el hijo ...) podéis visitar el apartado de este blog dirigido únicamente al S.A.P. (Síndrome de Alienación Parental).

martes, 12 de marzo de 2013

Asuntos inconclusos




Una colega ha compartido en facebook este cartel, que define el concepto de Asuntos Inconclusos con una gran sencillez. Se puede explicar de forma más teórica, o profundizando, de hecho ya lo he realizado en otros post sobre Teoría de Terapia Gestalt, y en esta ocasión comparto con esta imagen y la frase que la explica, os acerco una imagen gráfica de a qué nos referimos "coloquialmente" con la terminología "asuntos inconclusos" en gestalt, esperando que os sea útil para una comprensión superficial aunque intuitiva y rápida del mismo.
                                                                                         

viernes, 8 de marzo de 2013

Día Internacional de la Mujer. 8 de marzo 2013




A través de este post, hoy en este dia tan significativo para todas las mujeres del mundo os presento la campaña de ONU MUJERES.

El tema de este Día Internacional de la Mujer 2013, celebrado anualmente el 8 de marzo, es: “Una promesa es una promesa: momento de pasar a la acción para acabar con la violencia contra las mujeres”.

Las Naciones Unidas comenzó a celebrar el Día Internacional de la Mujer el 8 de marzo en 1975, Año Internacional de la Mujer. Dos años más tarde, en diciembre de 1977, la Asamblea General adoptó una resolución proclamando un Día de las Naciones Unidas para los Derechos de la Mujer y la Paz Internacional, que los Estados Miembros pueden celebrar cualquier día del año siguiendo su tradición histórica y nacional.

El Día Internacional de la Mujer surgió de las actividades de los movimientos obreros a finales del siglo XX en América del Norte y Europa. Desde entonces, el Día Internacional de la Mujer ha adquirido una dimensión global para las mujeres de los países desarrollados y en desarrollo por igual. El creciente movimiento internacional de las mujeres, fortalecido por cuatro conferencias mundiales de las Naciones Unidas sobre la mujer, ha ayudado a que su conmemoración ofrezca la oportunidad de incrementar el apoyo a los derechos y la participación de las mujeres en las esferas política y económica.

El Día Internacional de la Mujer ha pasado a ser un momento de reflexión sobre los progresos alcanzados, un llamado al cambio, y una celebración de los actos de valor y determinación tomados por mujeres corrientes que han tenido un papel extraordinario en la historia de sus países y sus comunidades.

Así, desde este blog me uno a esta reflexión y mi apoyo a la lucha por la igualdad de derechos entre hombres y mujeres. Y como en otras ocasiones quiero resaltar que ésta no el movernos para conseguir cada día estar más cerca de esa igualdad, no es cuestión de un día, sino de todos los días del año.







Mensaje para el Día Internacional de la Mujer 2013

El cambio es posible y el cambio está sucediendo

Hoy, en el Día Internacional de la Mujer, quiero unir mi voz a las voces de todas las personas que creen que el cambio es posible.

Nos guía un principio fundamental de las Naciones Unidas: creemos en la igualdad de derechos para las mujeres y los hombres.

En todos los lugares del mundo, estamos alzando la voz para dejar de lado el silencio y la indiferencia frente a los hechos de violencia contra las mujeres. El cambio es posible y está ocurriendo.

El cambio ocurre cuando todos los países, por primera vez en la historia, tienen mujeres en sus equipos olímpicos, como pudimos ver el pasado verano en Londres.

El cambio ocurre cuando personas de todo el mundo muestran su solidaridad con una niña pakistaní llamada Malala que fue atacada por defender la educación para todas y todos.

El cambio ocurre cuando surgen protestas a nivel mundial y vemos a mujeres y hombres, jóvenes y mayores, alzando su voz y diciendo no a la violencia contra las mujeres.

Mi mensaje de este Día Internacional de la Mujer tiene dos lados, uno de esperanza y otro de indignación.

Tengo esperanza porque aumenta la conciencia y la movilización a favor de los derechos de las mujeres en todas partes y cada vez somos más las personas que decimos basta ya! No hay lugar en el siglo XXI para la discriminación y la violencia contra las mujeres y las niñas.

Pero siento indignación porque mujeres y niñas siguen sufriendo altos índices de discriminación, violencia y exclusión. Se les culpa sistemáticamente, se les hace sentir vergüenza por la violencia que se comete contra ellas, y, con demasiada frecuencia, buscan justicia sin conseguirla.

Ha llegado la hora de que los gobiernos cumplan sus promesas y protejan los derechos humanos, respetando los convenios y acuerdos internacionales que han firmado. Una promesa es una promesa.

Cuando fundamos ONU Mujeres hace más de dos años, poner fin a la violencia contra las mujeres se convirtió en una de nuestras principales prioridades. Somos plenamente conscientes de que para ello es necesario cambiar actitudes y progresar hacia la igualdad de derechos, la igualdad de oportunidades y la igualdad en la participación, especialmente a la hora de tomar decisiones.

En noviembre de 2012, envié una carta en nombre de ONU Mujeres a todas y todos los representantes de Estado y de Gobierno de las Naciones Unidas. En ella les pedía que se sumaran a la iniciativa “NOS COMPROMETEMOS” y que se comprometieran con medidas concretas para prevenir y poner fin a la violencia contra mujeres y niñas.

Alrededor de 45 Gobiernos lo han hecho. Hago un llamado a todos los gobiernos para que se comprometan y emprendan acciones para poner fin a la violencia contra las mujeres.

Mientras en todo el mundo se conmemora este Día, cientos de representantes de Gobiernos y de ONGs se reúnen en las Naciones Unidas para participar en el más importante de los encuentros internacionales dedicado a las mujeres: la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer.

Hace 10 años, cuando en este mismo foro las Naciones se reunieron para debatir sobre la violencia contra las mujeres, no fue posible alcanzar un acuerdo. Diferentes visiones impidieron un consenso. Ahora, no podemos permitir que el desacuerdo y la falta de decisión impidan el progreso y la protección de las mujeres del mundo.

Sí, el cambio es posible y el cambio está ocurriendo. Pero, dadas las atrocidades que se cometen cada día, debemos preguntarnos: ¿Ocurre este cambio con la rapidez que debiera? ¿Cuántas mujeres y niñas más tienen que ser violadas o asesinadas? ¿Cuántas familias más tienen que sufrir?

El derecho de una mujer a vivir sin violencia depende de un sistema judicial férreo. Los países que promulgan y hacen cumplir leyes sobre la violencia contra las mujeres tienen menos violencia de género. En la actualidad, 160 países tienen leyes de este tipo. Sin embargo, una ley sólo es eficaz si se puede aplicar y dar cumplimiento a su normativa. Muy a menudo, este cumplimiento no existe.

Unamos nuestros esfuerzos para crear políticas y leyes firmes, para que se cumplan de forma efectiva.

Unamos nuestros esfuerzos a favor de la prevención y la educación, también para conseguir programas que presten servicios esenciales a las víctimas y sobrevivientes de la violencia.

Hoy, y todos los días, decimos NO a la discriminación y la violencia contra mujeres y niñas.

NO a la violencia doméstica y los abusos.

NO a las violaciones y la violencia sexual.

NO a la trata de seres humanos y la esclavitud sexual.

NO a la mutilación genital femenina.

NO al matrimonio infantil.

NO a los asesinatos cometidos en nombre del honor o la pasión.

NO al feminicidio.

NO a la impunidad.

Y decimos SÍ a la paz, a los derechos humanos, la justicia y la igualdad.

Hoy, en el Día Internacional de la Mujer, y todos los días, debemos avanzar con valentía, convicción y compromiso detrás de un solo mensaje: la violencia contra las mujeres es una responsabilidad de todas y todos nosotros y es una prioridad urgente.

No puede haber paz, no puede haber progreso mientras las mujeres viven con miedo de sufrir violencia.




Puedes escuchar la canción "One Woman" aquí. Es una canción escrita para ONU MUJERES, la organización defensora de las mujeres y niñas de todo el mundo, para reconocer su visión y trabajo a favor de la mejora de las vidas de las mujeres en todo el mundo. Es un tema que presentan hoy mismo, en su búsqueda de promover los derechos de las mujeres y la igualdad de género.

Este año, el Día Internacional de la Mujer se centra en poner fin a la violencia contra las mujeres, una de las prioridades fundamentales de ONU Mujeres. Con esta canción, igualmente buscan tanto una unión de todos los hombres y mujeres, en la lucha para superar la violencia y la discriminación, como difundir un mensaje de celebración musical de las mujeres de todo el mundo. 


Personalmente como mujer y miembro de esta sociedad, te invito a unirte a la difusión de este mensaje, y te felicito por ser mujer en una sociedad en la que NOS MOVEMOS, y luchamos para que hombres y mujeres, unidos, consigamos que LA IGUALDAD DE GÉNERO SEA UNA REALIDAD, para ERRADICAR LA VIOLENCIA DE GÉNERO. Porque el cambio no es cosa sólo de mujeres, sino de todos, de toda una sociedad y de todos los miembros que la formamos. 

lunes, 4 de marzo de 2013

Encontrarle sentido a tu vida



                                      
                                         
En ocasiones he escuchado: “no sé qué hacer con mi vida, no le encuentro un sentido, un objetivo hacia el que moverme”.

Hay personas que en situaciones de crisis personal o vital, profesional, de pareja, familiar, ante la pérdida de un hijo o de una persona amada, de un trabajo, de un hogar, de una ruptura sentimental, la enfermedad de un ser querido, o en momentos de cambio personal significativos (de buscar rutas personales, por ejemplo)… se plantean cuál es el sentido de su vida. Estos momentos suelen estar llenos de padecimientos, malestares, psicológicos, emocionales, hasta físicos. El cuerpo, su psique, expresa en sus diferentes maneras cómo se siente y vive la persona esta etapa de su vida. La sensación de vacío, en estos momentos, puede convertirse en un difícil compañero de viaje para estas personas.

En algunos momentos la persona puede no saber por dónde comenzar a recorrer un camino que le lleve a una mayor satisfacción con su vida, a disfrutar de ésta con lo que tiene, o buscando cómo cambiar sus circunstancias para lograr paso a paso, como una hormiguita, labrando un camino (el suyo) que le lleve a una vida diferente, más cercana a esas oportunidades, a esas nuevas posibilidades de satisfacción consigo misma. Para encontrarse consigo mismo, uno antes ha necesitado sentirse “perdido”.

Para unos es su profesión, para otros su maternidad/paternidad (o sus hijos), el formar una familia como forma de “darle sentido a sus vidas” (como si su vida anteriormente careciera previamente de sentido), hay quién lo encuentran en el conjugar ambos roles, con el de pareja, para otros SU sentido de SU vida es “sencillamente” vivirla. Algo, esto último, que parece muy sencillo, sin embargo no es fácil para las personas que no encuentran su propio sentido a su vida, el entregarse a ella, con plenitud, a lo que viven, en cada momento de su presente (no del futuro o del pasado), y vivir lo que están sintiendo, experimentando, con entrega e intensidad (tanto si esto es categorizado “positivo” o como “negativo”) a sus emociones,  y experiencia vitales. Permitiéndose vivirlas, pudiendo llegar a asumirlas, aceptarlas como parte de su vida, transcendiendo a éstas y continuando viviendo con su vida (no con resignación, sino con aceptación, desde la calma y la paz, a pesar de transitar por momentos muy difíciles de su existencia).

Esto tan sencillo de escribir sobre ello, puede ser tan complejo de sentir, de llegar a vivirlo, a “descubrirlo”: encontrarte TU propio sentido a TU vida. No el darle el sentido que otros le dan a la vida, a la suya, o el que otros encuentran para si, ni el que los otros significativos consideran que debería ser el sentido de tu vida, en el que ésta tendrías que basarla. Sino encontrar, y perseguir TU PROPIO SENTIDO A TU PROPIA VIDA: el que tú, consciente y libremente eliges para ti (reitero: el tuyo propio, no el de los otros).
Es decir, no se trata de buscar el sentido de tu vida en las opiniones de los otros, en sus deberías, sino de empezar por ti, desde ti, poder explorarte, detenerte, darte tiempo y espacios para conocer QUIÉN ERES, QUÉ QUIERES, HACIA DÓNDE VAS Y HACIA DÓNDE QUIERES IR. Partiendo de tu aquí y ahora. Quizás tu ahora consiste en encontrarle sentido a tu vida, reconociendo inicialmente que te sientes perdido Y posteriormente asumiendo que esto lleva un trabajo de autoexploración, de autoconocimiento, posiblemente de un desarrollo personal, quizás de cambios significativos y relevantes en tu forma de sentir o de vivir, puede que correr riesgos… para encontrar la satisfacción en tu día a día, en tu vida.



Entonces: ¿qué hacemos/puedes hacer en esas ocasiones en que la insatisfacción es para ti como una segunda piel incómoda de sentir?. Esta es una pregunta diferente a ¿qué puedes hacer para introducir un cambio significativo en tu experiencia vital? (partiendo de tu momento presente). Sin embargo, son dos preguntas relevantes y que están relacionadas: ¿qué hacemos/ qué haces?, ¿cómo hacemos/cómo haces?, ¿cómo podemos/puedes hacer diferente?.

Cada persona encuentra su propia manera de hacer.

Una persona puede quedarse enganchada a esa situación dolorosa, enquistada, a sus sentimientos, a sus creencias antiguas, a pensamientos y formas de hacer estancadas, rigidificadas, y que ya no le sirven para sentirse a gusto consigo mismo. Sintiendo así que no hay, que no encuentra, que no existe para él/ella una forma de salir de dónde está, resignada a su presente desdichado, vacío.

Otra persona puede comenzar un camino propio de exploración (como mencionaba más arriba), autoconocimiento, que le lleve a un darse cuenta, por sí mismo (a través de lecturas, de darse espacio para conectar consigo mismo…), de sus necesidades, de cómo hacer para ir explorando nuevas vías de satisfacción de éstas.

También puede ocurrir que la persona haya intentado diversas vías, formas de hacer, sin embargo, no puede por sí misma solucionar viejas situaciones inconclusas que le retienen en viejas formas de hacer, o de proceder en su vida, que le imposibilitan un darse cuenta profundo de sus posibles mecanismos de defensa que le impiden avanzar, o sobre cómo establece las relaciones con el otro, conocer qué le sucede internamente (emocional, corporal, psíquicamente, sus introyectos, sus resistencias, su forma de psicosomatizar…), qué le impide cambiar, poder asumir algunos riesgos que le permitan nuevos aprendizajes…
Es en este último caso, cuando la persona ante su deseo y necesidad de introducir un cambio significativo en su forma de vivir, en su estado emocional, de relacionarse consigo mismo (y quizás con los otros), puede plantearse la necesidad de la ayuda y el apoyo profesional de un psicoterapeuta que le guíe para encontrar su sentido a su vida, a sentir mayor satisfacción con ésta, quizás a eliminar una posible amargura, tristeza, rabia … de su vivencia diaria, en definitiva, para sentir que su vida merece la pena vivirla plena y satisfactoriamente.

Ese permitirse un acompañamiento terapéutico, el trabajo de sí mismo en el campo, en la relación con el otro, en la situación de seguridad de la terapia, lleva a la persona al inicio del proceso de autoconocimiento , de darse cuenta y desarrollo personal del que hablábamos (de despliegue de una mayor conciencia, de nuevas capacidades, de exploración de su sentir y de nuevas formas de sentir, de manifestarse hacia sí y hacia los otros, de sentir, de descubrimiento de su autenticidad…) en el encuentro con el otro, el terapeuta. Conforme avanza la terapia, estos descubrimientos, le irán proporcionando a la persona las oportunidades de aplicar lo que descubre, lo que experimenta en la relación con la figura de seguridad, su terapeuta, a otros marcos, a otros entornos de su vida y en otras relaciones que mantiene esta persona.

Esa es parte de la belleza de la relación terapéutica en la Terapia Gestalt: en los sucesivos sanadores encuentros, en el  trabajo psicoterapéutico en éstos, la persona se manifiesta en el encuentro con el otro, el terapeuta,  y cómo progresivamente, vemos puede ir aplicando lo sanador de esta relación, de sus propios descubrimientos a través de la relación, en otros marcos u entornos significativos para el cliente. Y la búsqueda de un sentido a nuestra vida es una de las motivaciones, inquietudes, problemáticas emocionales, malestares o dificultades que puede llevar a una persona a plantearse el inicio de una psicoterapia como un recurso elegido para la búsqueda de un mayor bienestar en diferentes ámbitos de su vida: como lo son lo personal, a nivel de pareja, en diferentes aspectos de lo familiar, de lo social, o  en el ámbito laboral-profesional.


domingo, 3 de febrero de 2013

Trauma Acumulativo y Duelos Desautorizados (2da Parte)


                                                                   

En esta entrada continuamos con el anterior artículo " Trauma Acumulativo y Duelos Desautorizados (1era Parte) ", profundizando específicamente en la exposición de estos dos conceptos, tras la introducción previa en la que hemos establecido paralelismos entre "trauma" y "duelo", el síndrome de estrés postraumático y las respuestas ante situaciones de duelo, en especial en duelos patológicos, y de explicar conceptos esenciales en un modelo de afrontamiento de situaciones de trauma y ver cómo esto puedo hacerse extensible en situaciones de duelo; conceptos teóricos igualmente desarrollados en el libro "Las tareas del duelo" de Alba Payás.


No es lo mismo vivir una situación de peligro o amenaza estando acompañado de alguien que nos sostiene, que habla con nosotros, que responde a nuestras reacciones emocionales, que vivir esa misma situación en soledad, sin nadie con quién compartir lo que está sucediendo, sin nadie que nos sostenga o a quién podamos expresar nuestros sentimientos de desvalimiento. Ante una situación de trauma o pérdida, el ser humano necesita del contacto interpersonal y esa conexión es vital para su supervivencia emocional.

(Nota propia: Un ejemplo de esta necesidad de contacto humano empático es el surgimiento de grupos de personas afectadas por un mismo tipo de duelo, como por ejemplo de padres que han perdido a un hijo. )

En el caso concreto de pérdidas gestacionales o perinatales, es decir, de la muerte de un hijo en algún momento del embarazo, antes del parto, durante éste o momentos después de el mismo, podemos encontrar grupos virtuales en la red, como el foro SUA: Superando un aborto, el foro de la Asociación Petits amb llum, que cumplen parte de ésta función, poner en contacto a mamás y papás que están viviendo esta experiencia de duelo y necesitan compartir, hablar, encontrar quiénes les entiendan y escuchen sin juzgarlos.  Pudiéndose llegar a establecer relaciones significativas con personas de estos grupos, por las que se sienten , en ocasiones, más acompañadas que por su propio entorno.
Luego también hay grupos de mamás y papás que se reúnen presencialmente para compartir y hablar de sus pérdidas. 
Y finalmente están los grupos terapéuticos, dónde un grupo de mamás y papás que han perdido a su bebé en el embarazo o alrededor del parto, para validarse, compartir, darse apoyo mutuamente, y al mismo tiempo hacer un trabajo psicoterapéutico de su duelo en busca de una elaboración de su pérdida y de realizar un afrontamiento sanador que les lleve a vivir su pérdida de una forma más adaptativa para cada uno de ellos.
En este caso también estamos hablando de un duelo desautorizado, como veremos más adelante de este artículo, por no ser reconocido por la sociedad, lo que se acentúa muy especialmente en el caso de mamás y papás que han vivido pérdidas gestacionales tempranas en el primer trimestre de la gestación de su hijo).

Según Bessel van der Kolk (1996) en sus estudios sobre el trauma y su impacto en la memoria, concluye que la disponibilidad o no de contacto es el factor decisivo para que una experiencia pueda llegar o no a ser un trauma, más decisivo quizás que la propia agudeza del evento. Es decir, la valoración del evento, sea una muerte o un trauma, está muy mediatizada por la presencia o ausencia de una relación de apoyo con otro ser humano. Los trabajos realizados en poblaciones de víctimas de trauma indican que la disponibilidad de conexión con otro ser humano es un factor mediador en este proceso regulador emocional: si la persona lo vive en soledad , las posibilidades de que la experiencia sea almacenada de forma fragmentada, disociada, son mucho mayores; la ausencia de contacto en el momento del trauma o en el tiempo posterior provoca una incapacitación emocional y mental en la persona que sufre la experiencia, que no puede hacer un relato acerca de lo sucedido y, por tanto, no puede atribuirle una significación. 

La falta de apoyo se considera un factor de riesgo importante para la evolución del duelo (así ha sido encontrado y descrito en numerosas investigaciones.
Una misma experiencia puede vivirse desde la soledad y el aislamiento como algo traumático, o desde la relación con los que te rodean, te comprenden y te sostienen como una experiencia difícil pero, aun así, aceptable (necesidad de vinculación como protección ante el trauma).

El término de "DUELO DESAUTORIZADO" se refiere a la dimensión interpersonal o aspecto social y se aplica a aquellos duelos que no pueden ser socialmente reconocidos ni públicamente expresados. 

Este concepto señala como a ciertas personas no se les da el derecho a vivir su duelo y no reciben el apoyo de su entorno o las facilidades que habitualmente se dan en otras situaciones de duelo, por ejemplo, limitar o flexibilizar las responsabilidades, posibilidad de bajas laborales, ser reconocidos como dolientes y ser escuchados y apoyados.

Según Kenneth Doka, hay cuatro categorías de duelo desautorizados:


1) cuando la relación no es reconocida: los lazos de vinculación no son valorados socialmente como significativos, por ejemplo la pérdida de un amante, o la ex pareja, o en una relación homosexual, o la muerte de un paciente con el que teníamos una relación especial. Los vínculos de amistad, con compañeros de trabajo, cuidadores, educadores o padres o hermanos adoptivos pueden llegar a ser muy intensos y permanentes; sin embargo, socialmente no se acepta que este duelo pueda requerir atención especial.


2) cuando la pérdida no es reconocida y lo que muere no es socialmente valorado como significativo: por ejemplo la muerte de un animal de compañía, o las muertes sociales que se refieren a personas vivas pero socialmente invisibles, personas en coma o que están viviendo en instituciones sociosanitarias, o la muerte perinatal, es decir, la muerte de un bebé antes, durante o poco después del parto.


(Nota: más arriba también os hablaba de la muerte gestacional: la pérdida de un hijo en cualquier momento de su embarazo de la madre; una madre que ha perdido a su bebé de 4 o 5 meses de gestación, podrá escuchar comentarios muy dañinos para ella,  tras la muerte comentarios como "no te preocupes, ya serás mamá en otra ocasión", negándole su ya maternidad, que es la mamá de un hijo que ha fallecido aunque nunca llegara a vivir fuera del útero de su madre, es decir, que tiene un hijo que ha perdido; y esto se agrava si el bebé falleció dentro del primer trimestre de embarazo, en el que la mamá puede llegar incluso a escuchar comentarios que siente como muy insensibles hacia su realidad como madre, y hacia el dolor por su pérdida, tales como: "chica, supéralo ya, si sólo tenía dos meses").


3) cuando el doliente es excluido: si la persona no está definida socialmente o se la considera incapaz de hacer el duelo, por ejemplo el doliente es una persona con discapacidad mental, una persona mayor o un niño.


4) las circunstancias particulares de la muerte pueden influir en cómo la sociedad limita el apoyo al doliente, es el caso de muertes estigmatizadas como son el suicidio y el homicidio. 

Los duelos desautorizados se han identificado como de riesgo de duelo complicado por los sentimientos de culpa, vergüenza e inadecuación y la falta de apoyo social y de rituales significativos.



El término "TRAUMA ACUMULATIVO" es utilizado (por autores como Masud Khan y Joan Lourie)  para describir  cómo, en situaciones traumáticas vividas por adultos o niños, el fracaso en promover en promover una relación de apoyo que sostenga la experiencia es en sí mismo otro trauma.

El niño enfrentado a situaciones difíciles en su desarrollo vive un trauma acumulativo cuando las figuras de referencia fracasan en su rol de escudos protectores. Igualmente en la edad adulta, si la necesidad y la esperanza de tener a alguien que nos comprenda y apoye ante una situación traumática se frustran y no hay disponibilidad afectiva del entorno, los efectos del acontecimiento doloroso deben vivirse en soledad. "No es el trauma lo que destruye la psique humana, sino la ausencia de una relación durante el tiempo en que ocurre un acontecimiento traumático o inmediatamente después" (Rchard Eskine,1999).

La experiencia de pérdida de un ser querido es en sí devastadora, pero la desautorización y la falta de comprensión y apoyo vivida durante el tiempo de la muerte y, posteriormente, durante el tiempo de duelo pueden producir a veces un daño igual o mayor que el propio evento trágico. Este daño psicológico es lo que llamamos trauma acumulativo en el duelo. 


En definitiva: -los duelos desautorizados son aquellos en los que el doliente no es socialmente reconocido y su dolor no puede ser públicamente expresado.

                    -la ausencia de contacto de apoyo en el momento del acontecimiento traumático y en el tiempo posterior en, en sí misma, otra pérdida secundaria o trauma acumulativo.

Este es un ejemplo, un testimonio mencionado por Alba Payás en su libro, sobre los aspectos que acabamos de mencionar de Ana (un año después de la muerte de sus dos hermanos):


"Tengo verdaderos problemas con los amigos: he ido apartando a todos los que no me han querida escuchar ni aceptar como estoy ahora. Me dicen: "Bueno, ya, déjalo estar. Siempre estás igual, hablando de lo mismo", y otros: "Estás bien, ¿verdad?. Se te ve bien".Lo estás llevando muy bien".Al principio era una "pobrecita", pero después pasa el tiempo y ya no saben qué hacer contigo. No quieren verte mal; no quieren ver penas. Y te vas retirando y acabas haciéndote una coraza: dando una imagen de estar bien y no hablando del tema. Hace un año y dos meses de la muerte de mis dos hermanos y la gente está cansada de verme llorar. Estoy aprendiendo a estar sola, pero yo necesito hablar de ellos. No necesito grandes frases, sólo que me escuchen y me dejen llorar". 


El fallecimiento de un ser querido es casi siempre un acontecimiento dramático: tanto si la persona llevaba enferma un tiempo como si se trata de nuestra anciana abuela, las desaparición de un ser que ha sido significativo en nuestras vidas nos llena de vacío y de dolor. De forma espontánea buscamos el acompañamiento de personas de nuestro entorno que entiendan nuestra tristeza, que sepan escucharnos, con las que podamos compartir esta experiencia, expresar nuestras emociones y hablar de la relación perdida. Personas que, desde el respeto a nuestra experiencia subjetiva, nos ayuden a encontrar alivio y a comprender lo sucedido. Esta necesidad de contacto es una necesidad psicológica y casi fisiológica en el ser humano enfrentado a la muerte. Si el doliente recibe esta ayuda, la recuperación es mejor, pero si no se recibe este apoyo, si el entorno no es capaz de reconocer y validar su sufrimiento, de ayudarlo a expresar sus necesidades, si no recibe el contacto cálido y comprensivo de sus allegados, sus sentimientos de inadecuación pueden acrecentarse. A nivel profundo puede llegar a sentirse culpable de no estar haciéndolo bien; puede sentir vergüenza de sus propios sentimientos y del hecho de necesitar ayuda. Todos estos sentimientos añadidos a los de la pérdida constituyen un trauma acumulativo


El trauma acumulativo como concepto en el duelo se define como el resultado del fracaso en el papel del entorno social y familiar como escudo protector en el curso del desarrollo del duelo. El doliente expresa aislamiento, sufrimiento y sentimientos de alienación (como en el caso de Ana, expuesto más arriba), causados por la incapacidad del entorno de identificar y responder a su dolor tanto en el momento de la muerte como en el tiempo posterior. Se trata de una nueva pérdida provocada por los fallos continuos en la empatía con que la familia, los amigos y los conocidos responden a la expresiones de dolor, demandas y necesidades emocionales de la persona en duelo, y que se producen en forma de expresiones de invalidación, desautorización, minimizaciones, descalificaciones, rechazo, impaciencia o desinterés. 


Ejemplos de estos fracasos en el apoyo del entorno al doliente son estos casos con las frases pronunciadas al doliente, que NO HAY QUE DECIR, si queremos acompañar a la persona en duelo ya que nos importa el daño que podríamos hacerle al pronunciárselas, y si además buscamos ayudarle acompañándole en este proceso de su duelo: 


*Relaciones no reconocidas: 

-"¿Vas al funeral de un paciente?.Te implicas demasiado".
-"¿Una baja laboral para vivir el duelo de un amigo?".
-"Pero si no estabais casados".
*Pérdida no reconocida, por ejemplo muerte gestacional o perinatal: 
-"Bueno, ya tendréis otros hijos".
-"Mejor ahora que más tarde".
*Dolientes excluidos (niños, personas mayores, personas con discapacidad psíquica):
-"Ellos no se enteran".
-"No sienten tanto".
-"Que no vayan al funeral".
-"Mejor contarles una mentira".
*Circunstancias particulares de la muerte (suicidio, sobredosis): 
-"Él se lo buscó".
-"Debe de ser un alivio para la familia".
-"¿Y no os distéis cuenta?". 


Los conceptos de duelo desautorizado y trauma acumulativo se superponen cuando se refieren a la desautorización ligada a las normas sociales de cada cultura que marcan cómo deberían deberían ser los sentimientos, la expresión y la duración de los mismos en las personas en duelo. Frases como "¿aún estás así?", "piensa en otras cosas, distráete", "llorar no te hace ningún bien" reflejan ese fracaso empático o invalidación con que el entorno a menudo responde ante el sufrimiento de la persona en duelo y cuyo efecto, es un trauma acumulativo (según diferentes autores e investigaciones). 
Parece lógico que el trauma acumulativo y los duelos desautorizados sean factores que predicen hasta cierto punto un duelo complicado. 





jueves, 31 de enero de 2013

Trauma Acumulativo y Duelos Desautorizados (1era Parte)





En este artículo quiero retomar un tema que me atrae, es el duelo. En esta entrada  del blog y en la siguiente desarrollaré,  por partes, diferentes aspectos teóricos sobre el duelo, hasta llegar al concepto de duelo desautorizado y alrededor de éste el de trauma acumulativo, desarrollados por la experta en duelo Alba Payás, en su libro "Las tareas del duelo".

En la vida de cada persona pueden llegar momentos de pérdida de un ser querido, ante lo que aparece el duelo como una respuesta natural del ser humano ante el fallecimiento del ser amado. Es una experiencia universal que todos hemos vivido o estamos predestinados a vivir, tras la pérdida de la relación con nuestro ser querido. El duelo por el fallecimiento de la persona querida es la pérdida del contacto con el otro, del vínculo de afecto e intimidad  creado con él/ella, es decir, el duelo es en parte un proceso de desvinculación del doliente con la persona fallecida. Y esta pérdida del vínculo afectivo lleva a una fragmentación de la identidad del doliente que se manifiestas en diversas dimensiones de su persona: afecta a su cuerpo físico, a sus emociones, a sus relaciones con los demás, y consigo mismo, llega a afectar a sus cogniciones, creencias y presuposiciones, y a su mundo existencial o espiritual.

La mayoría e personas que sufren la experiencia de un ser querido no necesitan ayuda psicológica especializada para recuperarse. Sin embargo, sabemos que hay personas afectadas para las que la experiencia es mucho más compleja, pues no son capaces de reorganizar su vida a pesar del tiempo transcurrido, ni de sobreponerse al intenso dolor, y acaban con problemas de salud física (distintas enfermedades) o psicológica, como depresión, ansiedad, consumo de alcohol en ocasiones, somatizaciones, infecciones, y en casos extremos con desórdenes psiquiátricos e incluso con mayor riesgo de muerte (Genevro, 2004: Stroebe y otros 2001 y 2007; Parles, 1972). Pueden aparecer mayor consumo de medicación, bajas laborales o síntomas de malestar psicológico que acaban produciendo incapacitación para la vida y las relaciones, dándose casos de duelo complicado o patología de duelo, en los que sí se hace necesario una ayuda profesional especializada para las personas afectadas por este duelo con complicaciones.


Hay autores, como Mardi Horowitz, que hacen una descripción de las respuestas de estrés traumático que son aplicables al duelo. Veamos primero qué significa la palabra trauma.


(Nota: si quieres especifícamente informarte sobre el Trastorno de Estrés Postraumático, o TEPT, en referencia al duelo gestacional, es decir, a la aparición del trauma en un duelo que se complica,  ante  por el fallecimiento  de un hijo, en algún momento de su gestación, puedes leer el siguiente artículo, " Duelo gestacional : aparición del trauma cuando se complica " ).


TRAUMA: Se aplica a aquellos acontecimientos que constituyen una amenaza grave para la integridad psicológica o física de las personas que los viven y frente a los que responden con una reacción intensa de temor, desesperanza y ansiedad. Son comunes además sentimientos de irritabilidad, predisposición a dar respuestas reactivas de alarma por causas menores, pesadillas, imágenes invasivas que aparecen repetidamente en la conciencia y provocan intensa angustia, sensaciones de extrañeza e irrealidad, y/o tristeza. Estos síntomas que se denominan en su conjunto SÍNDROME DE ESTRÉS POSTRAUMÁTICO suelen estar fuera de control y son fuente de un profundo sufrimiento psicológico. A pesar de ello, esta respuesta se considera biológica y constituye una adaptación natural del cuerpo humano ante el trauma; lo que explica que sea tan universal y que remita espontáneamente en la mayoría de casos en los primeros meses después del acontecimiento.

Mardi Horowitz destaca que estos síntomas son respuestas comunes específicas o universales que los seres experimentamos ante acontecimientos inespecíficos, es decir, ante cualquier tipo de trauma. Este autor identifica y clasifica dentro de las respuestas de trauma dos tipos de estados: 1) la INTRUSIÓN, 2) la EVITACIÓN.
* Intrusión: Se refiere a aquellas situaciones donde la persona reexperimenta de forma compulsiva pensamientos y emociones acerca del evento, por ejemplo, sueña con lo sucedido, o se mantiene en estado de hipervigilancia, o es estimulado por un recuerdo fuera de su control.
* Evitación: Se refiere a todo aquello que contribuye a la negación del proceso, por ejemplo no acordarse de lo sucedido, incluyendo la amnesia, la disociación o la distracción.
Según el autor, si la intensidad del impacto del evento es muy alta, el proceso sintomático de intrusión-evitación es más acuciante y puede indicar patología.
Es decir, las respuestas ante el trauma incluyen una oscilación entre reacciones de intrusión y reacciones de evitación. 

Las reacciones opuestas intrusión-evitación como rasgos distintivos de las reacciones traumáticas tienen su aplicación en el proceso de afrontamiento del duelo. Ante la muerte de un ser querido, distinguimos también entre estos dos tipos de respuestas: soñar con él, visitar los lugares que nos lo recuerdan, hablar de él a nuestros amigos son actividades que producen una reactivación de síntomas y, por tanto, serían ejemplos de respuestas intrusivas; mientras que evitar hablar de ello, distraerse o negar la realidad de la pérdida serían ejemplos de estados de evitación. Y es en esta característica oscilación que a veces presentan las personas en duelo entre estos dos estilos de afrontamiento, que los investigadores Margaret Stroebe y Wolfgang Schut (1999) describen un modelo de proceso dual de afrontamiento del duelo. 
Sin embargo, no está claro si esta oscilación entre estrategias de intrusión-evitación lleva siempre a un ajuste del proceso de duelo. Según Mardi Horowitz la intrusión-evitación se contempla como una reacción adaptativa que en ciertos casos puede dar lugar a complicaciones como el trastorno de estrés postraumático, lo cual es también aplicable a los procesos de duelo. 

El autor explica como el trauma supone una conmoción en el self , que debe responder desarrollando estrategias defensivas. Formula un modelo de afrontamiento de trauma: proponiendo una descripción detallada sobre cómo se desarrolla el procesamiento de la información traumática.

Su propuesta parece extensible a situaciones de duelo:  un acontecimiento estresante como es la muerte de un ser querido, llega en forma de mala noticia; esta información, que debe ser procesada neurológicamente en el cerebro de la persona, es discordante con el esquema mental preexistente: "No me podía imaginar que algo así me pasara a mí", y cuestiona el mundo interno en el que vivía la persona hasta el momento, por lo que para su procesamiento debe tener lugar un proceso de adaptación o revisión. Esta discrepancia entre la interpretación del evento y el mapa cognitivo preexistente estimula emociones difíciles como la culpa, el miedo, la tristeza o la rabia, que pueden estar relacionadas con experiencias pasadas conscientes o inconscientes de la persona. Las emociones, según el autor, funcionan activando la atención y haciendo que ésta se focalice en el problema para poder reconciliar las incongruencias entre la mala noticia y los esquemas preexistentes. Una vez que se ha producido esta reconciliación, mediante una revisión del mapa cognitivo o esquema previo de conocimiento, la persona reduce las alarmas emocionales y puede pasar la atención a otros temas.  

Son varios los autores que han establecido el paralelismo entre el síndrome de estrés postraumático y las respuestas ante situaciones de duelo, en especial en duelos patológicos (Weiss, 1993; Horowitz, 1986, 1993; Raphael y Martinek, 1997).
Estos autores explican cómo muchas de las respuestas que los dolientes expresan, especialmente en el momento posterior a la muerte, son similares a las respuestas de estrés postraumático, aunque eso no significa que necesariamente tienen un duelo complicado: situaciones de recuerdos; sueños recurrentes que producen malestar; disociación; sufrimiento psicológico ante la exposición a recuerdos u objetos relacionados con el fallecido; por ejemplo al acercarse las fechas de aniversarios, y conductas disruptivas como imposibilidad de conciliar el sueño, irritabilidad y dificultades de concentración.  

Horowitz también describe como en el procesamiento de la información traumática ante la discordancia ante la realidad externa y el mundo interno de la persona, puede producirse una anestesia emocional como forma de evitación, cuya función en este caso es proveer de un intervalo de tiempo necesario durante el cual la persona va a poner en marcha otros procesos de control que tendrán que ver con sus mecanismos básicos de defensa, aprendidos en el manejo de otras situaciones de trauma o separación del pasado. 

El proceso de transformación de la información traumática se lleva a cabo mediante mecanismos de defensa que actúan como procesos de control emocional: o sea, para evitar una excitación emocional excesiva, real o anticipatoria, la persona aumenta sus procesos de control con el fin de regular el flujo de información mediante inhibidores selectivos y facilitadores o defensas (mecanismos de defensa o defensa para el control de las emociones). 

Mardi Horowitz también hace una clasificación de estos procesos de control defensivo en: 
a) mecanismos de inhibición del contenido: por ejemplo el sujeto minimiza la importancia del evento o lo niega. Si la decisión de minimizar es consciente, hablaríamos de supresión (desde la teoría psicoanalítica); si es una inhibición inconsciente, se llamaría represión (este autor vincula la teoría cognitiva del estrés con el psicoanálisis)
b) mecanismos de inhibición del tópico: por ejemplo, desviar el foco de la atención o distorsionar el contenido mental, o anticipar el suceso; en este caso la persona anticipa con palabras o imágenes la escena de la posible situación difícil con su posible desenlace e impacto, lo que le permite graduar el nivel emocional cuando el acontecimiento tiene lugar. 
c) alteración de los esquemas personales: por ejemplo, la persona construye unos esquemas mentales más competentes respecto a la posibilidad de trauma, incluyendo la posibilidad de la pérdida en su manera de conceptualizar el mundo y las relaciones, con lo cual el impacto emocional será mucho menor y se facilita así el proceso de adaptación. 

La idea de Mardi Horowitz de que para adaptarse al trauma desarrolla mecanismos de defensa que la ayudan a controlar el impacto de las emociones y que a la vez funcionan como estrategias de procesamiento de la información es trasladable a las situaciones de duelo.
La posible noticia de la muerte de un ser querido, especialmente si ésta no ha sido anticipada, es discordante con el mundo interno de presuposición de seguridad y protección, por tanto, esta discrepancia amenaza con producir sentimientos profundos de miedo y/o desesperación. El doliente que quizás ha tenido ya en su vida otras experiencias de sufrimiento asociado a pérdidas, anticipa la posibilidad de volver a experimentar estos estados terribles de malestar y, para evitarlos, activa procesos de control defensivo, con mayor grado de conciencia (supresión) o menor (represión), que inhiben la contemplación consciente de la realidad.

En las respuestas de duelo existe la posibilidad de porponer una categorización en los mecanismos de defensa según su función. Ante la muerte de un ser querido, la persona (con más o menos conciencia) puede responder de varias maneras:
a)mediante mecanismos de inhibición del contenido: por ejemplo, intentando no pensar nunca en ello, prestando atención a otros temas con el fin de evitar conectar con la pérdida; eso no resuelve el duelo pero protege al doliente de entrar en estados alterados emocionales y mentales.
b)mediante mecanismos de alteración del concepto: también puede decirse a sí mismo que eso no es tan importante, o que de alguna manera él sigue conectado con la persona fallecida.
c)mediante mecanismos de alteración de los esquemas personales: otra posibilidad es cambiar su conceptualización del mundo y las relaciones incluyendo en ella la eventualidad de la muerte.
Poniendo en marcha estos mecanismos de inhibición, supresión o alteración del contenido de la información traumática, consigue reducir la intensidad emocional.
                                                             

jueves, 24 de enero de 2013

Cómo ampliar la conciencia (o "darse cuenta")




         

En el artículo   "Tres tipos de darse cuenta (3)"        os hablé sobre las tres zonas del darse cuenta según John O. Stevens: el darse cuenta del mundo exterior, del mundo interior y de la fantasía, que corresponden a las tres zonas del conocimiento y de la conciencia, según Perls, que quiero continuar desarrollando en este post. Veamos estas tres zonas y su correspondencia con la nomenclatura que usa John O. Stevens.  

1era Zona: La conciencia del sí mismo (o conciencia corporal) y que corresponde al "darse cuenta del mundo interior" de John O. Stevens. 
Es todo de lo que yo soy consciente y está en mi cuerpo, como por ejemplo: movimientos, dolores, tensiones musculares, gestos, postura corporal, crispaciones, fasciculaciones, tics...

2da Zona: La conciencia del mundo (o conciencia sensorial), correspondiente al "darse cuenta del mundo exterior" de John O. Stevens.
Son todas las percepciones sensoriales, es decir concierne a los cinco sentidos: el gusto (lo que degusto), oido (lo que oigo), olfato (lo que huelo), vista (lo que veo), tacto (lo que toco). Son sensaciones. 

3era Zona: O zona intermedia (o conciencia en el entre dos), también correspondiente con el "darse cuenta de la fantasía" de John O. Stevens. 
Entre la consciencia del sí mismo y la del mundo. Está constituida por: pensamientos, deseos, proyectos, sentimientos, expectativas, necesidades, apetitos, emociones, pulsiones ... 

El conjunto de estas tres zonas es la consciencia del campo, en Terapia Gestalt, y sirve para conocer todo lo que puede venir a la consciencia de la persona. La persona experimenta un darse cuenta, pero para ello necesita a su entorno, es decir, no se produce por sí sola, sino que se da en el campo organismo-entorno del sujeto. 

Según Perls hay 4 REGISTROS DE LA AWARENESS  (conocimiento implícito e inmediato de la conciencia, es decir conocimiento implícito del campo organismo-entorno sin pasar previamente por la palabra), para poder explorar esta conciencia (las tres zonas del conocimiento o conciencia):

1) Registro sensorial (correspondiente al conocimiento del mundo o 2da zona = percepciones sensoriales) que pueden explorarse , por ejemplo, haciéndose las siguientes preguntas: 
-¿qué percibes?.
-¿qué ves?,
-¿qué tocas?,
-¿qué sabor tienes ahora en tu boca...?,
-¿qué sientes en tu cuerpo o a partir de tu cuerpo?,
-¿qué sientes alrededor tuyo?...

2) Registro emotivo-afectivo
-¿qué sientes , cuál es el sentimiento presente en ti?,
-¿qué es lo que quisieras, quieres, imaginar?,
-¿sospechas o dudas algo?, ..

3) Registro cognitivo  
-¿qué crees?,
-¿qué piensas?,
-¿qué sabes de eso?,
-¿qué quieres?,
-¿quieres afirmar algo?,
-¿cuál es tu necesidad ahora?,
-¿sientes deseo de algo?,
-¿qué rechazas?,
-¿qué niegas?,
-¿qué es lo que no quieres?,
-¿qué no sientes?,
-¿qué ves?,
-¿qué no ves?, ...

4) Registro motor 
-¿qué te apetece hacer?,
-¿te apetece moverte?,
-¿qué es lo que no haces y podrías/te apetece hacer?,
-¿te estás reteniendo?, ...


En esta entrada quiero proponerte un ejercicio de centración (extraído del libro "El darse cuenta: sentir, imaginar y vivenciar" de John O. Stevens), para el trabajo de la consciencia de tu campo organismo-entorno en el aquí y ahora del momento en que lleves a cabo esta experimentación.Puede servirte  de inicio como una primera oportunidad de trabajarte tu darte cuenta, las diferentes zonas de tu conciencia. Cuando te ponga puntos suspensivos (...) es para indicarte una pausa. No sigas leyendo cuando llegues a estas pausas y date un tiempo de explorar tu propio darte cuenta, siguiendo las instrucciones que te voy dando. Si sigues sin darte tiempo para explorarte, detenerte en aquello de lo que estás siendo consciente en ese momento, esta dinámica no te servirá de nada. A menos que te des tiempo para descubrir tu propia vivencia ante las indicaciones que te iré dando, esta lectura no podrá aportarte nada a nivel experiencial.

Si además de realizar esta experimentación en un único momento, dándote tiempo par descubrir completamente cómo te sientes en ese lugar y momento, quieres repetir este ejercicio  a distintas horas, incluso en diferentes estaciones del año, podrás descubrir mucho más de ti, de tu experiencia personal, de cómo te sientes en este entorno, "mirando" (experimentando) realmente como te sientes en torno a ti, mientras estás allí.


"Date un tiempo ahora para prestar atención a tu propio darte cuenta. Sé sólo un observador de tu darte cuenta y advierte hacia dónde va. Verbalízate para ti mismo: "Ahora me doy cuenta de ..." y finaliza la frase con aquello de lo cual te estás dando cuenta en este momento  (...).


Enseguida puedes darte cuenta si eso es algo de afuera, interior o una fantasía , un pensamiento  o una imagen (...)


¿Hacia dónde se dirige tu pensamiento? (...)



¿Te das cuenta más de tus cosas de fuera de tu cuerpo, o de sensaciones debajo de tu piel? (...)



Dirije ahora tu darte cuenta al área de lo que te estás dando menos cuenta, exterior o interiormente, y date más cuenta de ello (...)


¿Hasta qué punto estás ocupado con fantasías, pensamientos o imágenes? (...)



Nota que mientras estás ocupado con un pensamiento o una imagen, tu darte cuenta de la realidad exterior o interior decae o aún desaparece (...)



Si tan sólo puedes aprender categóricamente la distinción entre una fantasía y la realidad de tu experiencia actual, esto podría ser un gran paso inicial hacia la simplificación de tu vida". 



Tras esta experimentación podrías plantearte alguna de las cuestiones que más arriba te he expuesto sobre los cuatro registros de la awareness. Y por último: te invito a reflexionar sobre ¿cómo te has sentido al hacer este experimento? (...), ¿has sentido que evitabas darte cuenta de algunas emociones, sensaciones corporales...? (...) ,  ¿te resultaba más fácil contactar con tu pensamiento que con tu cuerpo? (...), ¿hay algo que necesitas hacer, expresar... tras esta experimentación? (...), ¿quieres volver a hacerlo en otro momento? (...). 

martes, 15 de enero de 2013

El SELF en la Terapia Gestalt



La Terapia Gestalt se construye en el concepto de self y en la teoría de campo. Son constructos complejos y de difícil comprensión para aquellas personas que se inician en una formación en Terapia Gestalt, en la cual la teoría gestalt es la base del trabajo psicoterapéutico en sesión. 

El estudio de la teoría gestalt es un proceso largo y elaborado, en el que el iniciado pasa de vivirla como un introyecto teórico, a hacerla suya y a "deconstruirla" hasta integrarla en sí mismo, incluso a modo de estilo de vida incorporado en su persona. 

En esta ocasión os acerco, especialmente a los estudiantes de formaciones en Terapia Gestalt, un artículo titulado " El Self "  que puedes leer pulsando sobre este enlace. Originariamente publicado en el Boletín nº 7 de la EMTG (Escuela Madrileña de Terapia Gestalt) en 2009 y que la revista online GESTALTNET lo pone ahora a nuestra disposición. En él desarrolla el concepto de self, para facilitar la comprensión teórica de éste y la noción de campo organismo-entorno como unidad indivisible. 


Sinopsis del artículo:

     El concepto de self (el yo en otras psicologías) en la teoría gestalt no tiene un significado intrapsíquico como en el resto de psicologías, sino que es un concepto ligado al de campo. Mientras que la mayoría de las teorías actuales están centradas, en mayor o menor medida, en el paradigma newtoniano-cartesiano (individualista), la teoría gestalt se enmarca en el nuevo paradigma (interrelacional).  
                                                 
                                   


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