
En el siguiente post os reescribo un
texto realizado por una especialista en psicología infantil, Úrsula Perona, en el que detalla aspectos a trabajar con un menor cuyos padres se hayan separado. Es muy útil, además de expresar siempre el respeto hacia el menor, así como hacia las nuevas relaciones paterno-filiales y familia extensa, que se dan tras dicha separación parental, por parte de todos los miembros que rodean a este/os hijo/s. Transmite la importancia de una comunicación sana con los hijos, así como entre la pareja de padres, para favorecer la salud emocional de los hijos de padres separados.
Como la experta recomienda, se trata de "una carta" que puede usarse tras comunicar a los hijos la decisión de separarse. Inicialmente puede ser leído por los padres, previo a la comunicación de esta noticia a los hijos, lo que les facilitará comprender alguna de las dudas que podrían surgirle a sus hijos tras esa decisión tan relevante, que les supondrá un gran cambio en sus vidas, a todos los miembros de esta familia, y que necesitarán aclaración para la tranquilidad de sus hijos.
Es un recurso que sirve a modo orientativo, para que padres e hijos comprendan todo lo que esta nueva situación conllevará. Toca temáticas que necesariamente necesitarán resolver en esta nueva familia reestructurada.
A posteriori, se puede leer a los hijos, conjuntamente (entregándoselo también para que éstos lo conserven), reflexionando todos juntos, como forma de iniciar una comunicación y aportarles las aclaraciones que necesiten, hablar sobre los temores del menor, que pueden surgirle ya en dicho momento...
Además de ser un texto al que puede recurrir toda la familia, como recordatorio, a lo largo de su proceso de adaptación ante su futuro entorno familiar reorganizado.
Si tus padres se acaban de
separar...
Es importante que entiendas que
ellos ya no son pareja, pero tú sigues siendo su HIJO IGUAL QUE ANTES y que te
quieren.
Tus padres seguirán siendo tus
padres durante el resto de sus vidas, incluso aunque vuelvan a casarse y tengan
hijos en el nuevo matrimonio.
Al separarse vas a notar que tus
padres opinan diferente uno del otro en muchas cosas. No tienes que decidir
quién tiene razón. Los dos la tienen en cierta manera.
A veces, tus padres han discutido
por cosas que tienen que ver contigo (tus deberes, tu comportamiento...). Eso
no quiere decir que tú seas el culpable de su separación. Sencillamente que
como padres, tienen diferentes puntos de vista.
Tus abuelos, tíos,
primos...siguen siéndolo por igual. No existen los ex-abuelos, ex-primos...
A tus buenos amigos les puedes
contar lo que pasa en tu casa, SI QUIERES. Seguro que conoces a alguien que ha
pasado por algo parecido. La separación de tus padres no tiene por qué ser un
secreto. Seguro que tus compañeros lo entienden.
Sobre la custodia
La patria potestad compartida
significa que ambos son padres por IGUAL.
Que uno de tus padres tenga la
custodia significa que, por ahora, estás a su cuidado la mayor parte del
tiempo. Al otro lo verás algunos días entre semana y algunos fines de semana.
Si tus padres han acordado que
vayas con uno de ellos determinados días (por ejemplo, fines de semana
alternos, la mitad de vacaciones...), es importante para todos que cumplas lo
acordado. Es sano saber con seguridad cuándo y cómo os vais a ver.
Las cuestiones económicas de la
separación (por ejemplo, quién paga el colegio, la ropa, el dentista, quién se
queda con el piso...) no son asunto tuyo. Es algo que deben de resolver tus
padres. Son temas de adultos y no debes preocuparte por ello.
La relación con tus
padres
Es bueno seguir relacionándose
tanto con tu madre como con tu padre. Si vives con tu madre, es bueno que veas
a tu padre todo lo que puedas. Si vives con tu padre, es bueno que veas a tu
madre todo lo que puedas.
Si no puedes ver a uno de tus
padres, puede ser bueno hablar con él por teléfono a menudo.
Ahora vas a vivir en dos casas
diferentes. Debes respetar en cada casa las costumbres y normas. Pueden ser
diferentes (por ejemplo, en casa de mamá se come a las dos, y en casa de papá a
la una). Pero no pasa nada, ya verás cómo te acostumbras, ¡aunque a veces es un
lío!. Los problemas que tengas con tu madre, háblalos con ella. Los problemas
que tengas con tu padre, háblalos con él. Si algún día estáis los tres juntos,
también puede ser un buen momento para comentarlos.
No eres un mensajero. Si tu madre
o padre te dice "dile a....." puedes sugerirles que mejor hablen
entre ellos.
No eres un espía. Lo que pasa en
casa de cada uno de tus padres es privado.
No juzgues, ni censures, ni
critiques a uno delante del otro. Tus opiniones, que son importantes, tal vez
las puedas compartir con una tercera persona: un amigo, un tío, un terapeuta...
Respeta los acuerdos que hagan
tus padres al respecto de tu educación, salud, horarios... Ambos miran por tu
bien.
Date tiempo para aceptar la nueva
situación
A lo largo de tu vida te van a
surgir dudas y preguntas, y emociones ligadas a ellas, que debes tratar de
resolver.
Con todo, cuando seas adulto, las
cosas las verás de otro modo y tal vez entiendas mejor por qué tus padres
decidieron separarse.
Siempre que lo necesites, habla
con tus padres de lo que te ocurre con respecto a este tema. Y poco a poco,
irás construyendo el puzzle en el que las relaciones de tu propia familia van a
tener sentido.
Al principio es normal que te
sientas desorientado, confuso, triste... son emociones normales y forman parte
de tu adaptación a la nueva situación. Pide ayuda o consuelo cuando lo
necesites. No te avergüences de lo que sientes pues es totalmente normal.
Seguro que poco a poco todos os
iréis adaptando a la nueva situación y esas pequeñas dudas o tensiones
desaparecerán.