Como Mujer y Persona, no sólo como Psicóloga, hace años que me apasiona el proceso de convertirse en Madre, cómo todo cambia ante la perspectiva de convertirse en Mamá y todos los cambios que esto supone en la mente de la futura madre, antes incluso de que ni siquiera haya gestado a su bebé, y cómo cuando lleva a su bebé.
No me gusta la palabra embrión, ni feto (a pesar de que describen un momento de desarrollo y un período de gestación) , ya que cuando una lleva a su "fetito" dentro, lo siente (a nivel emocional) ya como su hijo, independientemente que haga sólo dos semanas ( o dos días) que te hayas enterado de la noticia maravillosa (para quién lo vive así, con esta ilusión) de que "una va a ser mamá" y va darle la vida a su hijo. Es entonces cuando empieza a sentir y comprender lo increíble de esa palabra "hijo". Es en ese momento cuándo la sensibilidad como mujer empieza a cambiar, cuando "las noticias de tragedia, desgracias, mamás y bebés heridos... hacen que algunas mujeres no puedan con este tipo de noticiarios..." y que se queden extrañadas por estos cambios tan fuertes e inesperados (en parte facilitados por sus hormonas).
Sin embargo, antes, mucho antes quizás (depende de cada mujer) ya se están preparando muchas facetas que van a influir en la maternidad: la comunicación en la pareja es la cuna, dónde esa familia que se construirá, va a recibir a su futuro hijo, y que influye antes de la concepción de éste en cómo vivirán estos padres la nueva maternidad y la paternidad con su primer hijo en común.
Hoy voy a acercarme al proceso de convertirse en mamá, a través de las palabras del Experto Psiquiatra Daniel N.Stern (que ha trabajado de forma clínica durante 4 décadas sobre la relación madre-niño, con bebés y con sus madres, además de en el campo de la investigació del desarrollo psicológico de niños). Y en posteriores entradas, iré ampliando esta información por partes.
"De alguna manera, una madre tiene que nacer psicológicamente al igual que su bebé nace de forma física. Lo que una madre da a luz en su mente no es un nuevo ser humano, sino una nueva identidad: el sentido de ser una madre".
"Convertirse en madre se consigue gracias al trabajo que cada mujer realiza en el campo de su mente, trabajo que se convierte en una actitud maternal, una experiencia profunda y privada".
"Esta actitud maternal no nace en el momento en que el bebé llora por primera vez. El nacimiento de una madre no se produce en un momento dramático concreto, sino que surge gradualmente a través del trabajo acumulativo de los meses que preceden y siguen al nacimiento físico del bebé".
A modo orientativo y pedagógico, podemos dividir el proceso de convertirse en madre en tres partes:
* La primera parte es un "PROCESO DE PREPARACIÓN PARA SER MADRE" que "empieza con los nueve meses de embarazo, durante los cuales la mujer lleva a cabo mucho del trabajo mental que se requiere para prepararse para la nueva maternidad. Mientras que su cuerpo va formando el feto, su mente se prepara de forma activa la forma de su nueva identidad". (el embarazo como una fase de preparación)
"Durante los nueve meses, la imaginación de una mujer está totalmente centrada en las esperanzas, sueños, miedos y fantasías sobre cómo será su bebé, cómo será ella como madre y cómo será su marido como padre. Todas estas áreas son todavía desconocidas, de manera que una mujer es libre de proyectar todo tipo de ideas sobre el aspecto de su mente centrado en cómo será la vida cuando llegue el bebé. Esta preparación es vital para convertirse en madre".
Y este período del embarazo es un momento privilegiado que tiene la madre para trabajarse, a través de una relación terapéutica, aquellos aspectos de su infancia en su papel de hija de su madre, que quiera revisar para no hacer una transmisión intergeneracional en su bebé, cuando pase a ser la mamá de su hijo.
"Parece que la experiencia del nacimiento real forma aún parte de la fase de preparación, y puede dar lugar a la madre física, pero no a la psicológica".
* La segunda parte: cuando se da el "SURGIMIENTO DE LA IDENTIDAD DE MADRE", centrada en los meses posteriores al nacimiento del bebé.
"Sólo después de que una madre ha vuelto a casa y se ve implicada en las tareas de alimentación, educación y cuidado del nuevo bebé, la actitud mental de maternidad toma totalmente forma".
---La primera tarea de la maternidad es asegurar la supervivencia de su bebé, y con ésta aparecen los grandes miedos y preguntas asociadas a esta responsabilidad y a "la forma de hacerlo, la capacidad de conseguir alimentar a nuestro bebé...". Aquí aparecerán los primeros obstáculos a los que la madre ha de enfrentarse como nueva madre en que se ha convertido (¿porqué no puede mamar?, ¿porqué no come?, ¿qué hago si sigue sin comer?, ¿si le doy el biberón ahora, afectará después a la continuación de la lactancia natural, podré amamantarle?, ¿y si le doy un biberón, estará bien alimentado? ...).
Alimentación y Vínculo
---Después irá surgiendo el crear una relación íntima con su bebé: " esto pone en juego su historia personal global de relaciones y cómo usted experimenta la intimidad".
---El tercer paso en este proceso de creación de su identidad maternal es "su necesidad de confirmación y aliento por parte de otras madres". "Esto puede implicar el tener que confrontar su relación con su propia madre y decidir cuánto de ella quiere repetir o rechazar a la hora de crear una relación con su propio hijo. Es posible que se pregunte: ¿sere como mi propia madre, y qué puede implicar eso?.
Hay mujeres que ante la conciencia de la importancia de esta última pregunta que se hacen, toman parte en una maternidad activa y participan en grupos de lactancia o de maternidad. En ocasiones les lleva a leer y formarse al respecto, a iniciar un proceso de psicoterapia o a continuar éste si lo iniciaron durante su embarazo (cuando éste aspecto de su vida se convierte en prioritario para ellas: la crianza de su hijo/a y cómo su historia personal de origen puede afectar o está afectando e influyendo negativamente a su relación con su hijo).
* Tras este primer encuentro con el cuidado y la atención de su bebé, la mujer habrá dado a luz su nueva identidad maternal, sin embargo, habrá un tiempo en que ésta se verá protegida de la evaluación del mundo exterior. Por lo que un nuevo cambio en su identidad tendrá lugar en una tercera etapa, para integrar su nueva identidad en su vida, es cuando UNA MADRE SE ADAPTA. Aquí surge la pregunta inevitable (en el siglo XXI) de "si volver o no al trabajo y en qué momento después del nacimiento de su bebé". ¿Se puede hacer compatible y si es así Cómo se puede hacer compatible la identidad maternal con la profesión de una mujer?.
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