lunes, 15 de enero de 2018

Todo lo que necesitas está en ti. ¡ Falso !


                                                         
                                       Resultado de imagen de me siento solo

Hace un  momento reflexionaba, qué me han aportado en momentos dónde no disponía tiempo para mí, casi, en los que la crianza de mi hija era casi mi principal ocupación, en los que añoraba sumamente mi actividad laboral como psicóloga y psicoterapeuta, alguna de esas frases que a modo de imágenes me enviaba una amiga ... Me llegaban y eran como un punto de espacio para mí, incluso una especie de llama que se encendía para aportarme algo fresco, de esa novedad, un espacio de reflexión único para mi persona ... ese "lugar-tiempo" que tanto necesitaba y tan saturado lo sentía. Ahora me siento contenta de poder estar escribiendo este artículo. En parte lo he conseguido gracias a mí, sin embargo, no podría estar haciéndolo sin el apoyo que por otras personas he recibido antes de llegar a este momento. Y esto me lleva a lo siguiente ...

Un día me envió un mensaje que me hizo "revelarme" algo, y me creó una sensación de querer decir "NO", eso no es cierto, es falso, es absolutamente falso, por mucho que últimamente exista la tendencia a tener que verlo todo con pensamientos "positivos". Lo reconozco, me hizo sentir rabia, sí, una emoción que no nos gusta "escuchar". ¿Dónde están LOS OTROS?, ¿si siempre he de ser autosuficiente, qué pasa con mis relaciones con el otro significativo?, ¿en cuántas ocasiones alguien externo a ti te ha podido ayudar a salir, a emerger de ese "pozo de aislamiento", de tus propios pensamientos obsesivos, a darte cuenta de los comportamientos recurrentes autodestructivos que no podías parar ...?. 

No, no es cierto que "Todo lo que necesitas está en ti" (si pudiera escribiría una línea roja tachando esta frase de principio a fin), en ocasiones no es así. Si todo lo que una persona (yo, tú, el otro...)  necesita/necesitamos es a uno mismo  para ser feliz, entonces no necesitaría/no necesitaríamos al otro, y sin embargo SOMOS SERES SOCIALES. Como seres humanos tenemos la necesidad de sentirnos queridos, "precisamos" profundamente a los otros, apreciados, valorados. De hecho, sin embargo, en muchas ocasiones el sufrimiento emocional tiene su origen en cómo nos relacionamos y nos sentimos en esas relaciones con el otro. Si fuera cierta tal afirmación, entonces en muchas ocasiones yo misma no habría sentido triste, sola, desamparada, infeliz en algunos momentos (pues era la ausencia del otro, su apoyo, su sostén, su escucha...lo que añoraba, necesitaba...). Y esas emociones que llamamos "negativas" también nos sirven, tienen un para qué, y nos pueden aportar un darnos cuenta si nos mantenemos en el presente, consciente de éstas. Forman parte de la vida (que no puede ser siempre momentos de felicidad). 


                                          Resultado de imagen de todo lo que necesitas está en ti

Un psicoterapeuta gestalt trabaja en el campo, con el otro, con el paciente-cliente, en ocasiones necesitamos del otro significativo para ayudarnos en el darnos cuenta, en crear recursos propios (sí, efectivamente), en trabajar nuestras vivencias pasadas, en COCREAR, es un trabajo conjunto, en la relación psicoterapéutica que se crea. No, no estamos sólo, en ocasiones NECESITAMOS AL OTRO (a riesgo de ser repetitiva), y eso no es señal de debilidad, de "no ser autosuficientes", como si el no serlo siempre fuese algo de lo que avergonzarse en esa moda de "yo puedo con todo, yo soy siempre positivo/a" ( esas "pseudoterapias" que en ocasiones se crean como tendencias en tiempos dónde la competitividad, las redes sociales, el que todo debe ser rápido, conseguirse ya... para responder a ideales sociales "de moda" de cómo debemos ser/sentir). 
Darse cuenta de esa realidad, de cuándo puedo necesitar al otro (un padre, una madre, un amigo, una pareja..., un profesional de la psicología) es una señal de una capacidad de poder pedir ayuda cuándo uno/a la necesita, un signo de salud mental frente al querer afrontar sólo una realidad, un evento, una enfermedad, un duelo, unos sentimientos... que en un momento determinado nos desborden, una situación cíclica de la que sólo ya he intentado muchas veces salir y no he podido/sabido ... 

De repente siento un agradecimiento hacia todas esas personas (y me aparecen sus imágenes) que en un momento u otro de mi vida han estado conmigo, para mí, ayudándome a superar dolores, etapas, a crecer, a sentirme diferente (incluido el que fue mi terapeuta durante mi formación como psicoterapeuta gestalt), desde el pasado, hasta mi presente. Gracias por apoyarme, sostenerme, escucharme, ayudarme a darme cuenta/ver/recordar  lo que sí estaba en mí y no veía/no valoraba/no recordaba..., a sentir sin huir, a acompañarme en mi llanto, dejar atrás aspectos personales después de superarlos, ver de una forma diferente, ..., a encontrar en mí, en mis relaciones con los otros, en mi forma de hacer lo que tanto necesitaba, a continuar, a encontrar nuevos caminos, a superar lo que no podía, no sabía, yo sola... por hacerme sentir que no estaba sola y que yo podía contar con vuestro apoyo para afrontar, desahogarme, que me escuchases, ... encontrar/crear nuevos recursos..., en definitiva, por ESTAR AHÍ CONMIGO, PARA MÍ, EN NUESTRA RELACIÓN. 

Hoy quiero compartir esta reflexión contigo. 

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