En el anterior artículo os hablaba de los "Mensajes de odio en el S.A.P." . En esta entrada os quiero acercar un escrito en el que se refleja cómo evitar una relación en la que un progenitor aliena la figura del otro progenitor frente a su hijo, tras una separación de la pareja que constituían.
En esta carta nos habla de la importancia de respetar la imagen que el hijo tiene de sus dos progenitores, de no manipular ésta, de cómo necesita mantener intacta la identidad de sus dos progenitores como las dos figuras más importantes de su vida, de los que tiene derecho a disfrutar de su presencia física, de la relación con éstos, y de amarles con libertad, sin ser usado como arma para hacer daño al otro progenitor.
Si cada padre y madre que ha de pasar por el doloroso proceso de una separación de su pareja y así mismo de no poder compartir todo su tiempo con su/s hijo/s, se plantease llevar a cabo realmente, éstos aspectos psicológicos, emocionales y educativos, en su relación con su hijo tras separarse del padre o de la madre, y también en la nueva relación que establezca con su ex pareja, estarían evitando hacer un daño innecesario añadido a su hijo, además de la dificil situación de ser un hijo de padres separados, y no poder volver a convivir conjuntamente con los dos.
Los principios y actuaciones que se reflejan en la siguiente carta, forman parte de las relaciones que se establecen con el otro (el hijo, la ex pareja y la familia extensa de ésta última) en las que se tiene en cuenta la salud mental y emocional del hijo. Hablamos de cómo construir relaciones en las que se potencia en la descendencia familiar el amor hacia el otro (padres, pareja de éstos, familia del menor por ambas partes), por parte de ambos progenitores. Además son señales de una madurez emocional y psicológica por parte tanto de la madre como del padre, para superar una posiblemente dolorosa ruptura sentimental, potenciando a la vez que esta sea lo menos daniña posible para su hijo/a, así como formas de permitirle que continue desarrollando vínculos de apego seguro con ambos progenitores.
Los valores, formas de pensar y sentir necesarios para lllevar a cabo realmente estas formas de comportarse y relacionarse con el hijo y la expareja (y el entorno de ésta) son muestras de auténtico amor y respeto por el hijo, por la importancia de su estabilidad psicológica. Son maneras de tener en cuenta su derecho básico y absolutamente fundamental, de poder disfrutar del contacto no contaminado, de la relación no manipulada, y de saberse teniendo (y disfrutando) del amor de sus dos padres.
Así los progenitores evitarían lo destructivo de crear, fomentar y propiciar otro tipo de relaciones con su hijo (la ex pareja y la familia extensa de esta) en las que uno de los dos progenitores se convierte en alienador del otro padre, potenciando preferencia hacia el progenitor alienador, fomentando el desarrollo de continuas muestras de lealtad hacia ese progenitor que inculca el odio hacia el otro progenitor (por el miedo del niño a perder su amor si no lo hace).
Con el interés de crear esta reflexión hacia los estilos educativos y relacionales, en padres en vías de separación, de potenciar el darse cuenta de los beneficios en la salud mental que puede tener una forma de crear vínculos con su hijo, frente a los perjuicios que produce en la vida de su hijo, la forma alienadora de un progenitor, a manos de otro, publico esta entrada, que espero lean muchos padres que se encuentren en una ruptura sentimental con su pareja y que estén interesados por cómo hacer que esta separación no dañe innecesariamente el bienestar de sus hijos.
Los principios y actuaciones que se reflejan en la siguiente carta, forman parte de las relaciones que se establecen con el otro (el hijo, la ex pareja y la familia extensa de ésta última) en las que se tiene en cuenta la salud mental y emocional del hijo. Hablamos de cómo construir relaciones en las que se potencia en la descendencia familiar el amor hacia el otro (padres, pareja de éstos, familia del menor por ambas partes), por parte de ambos progenitores. Además son señales de una madurez emocional y psicológica por parte tanto de la madre como del padre, para superar una posiblemente dolorosa ruptura sentimental, potenciando a la vez que esta sea lo menos daniña posible para su hijo/a, así como formas de permitirle que continue desarrollando vínculos de apego seguro con ambos progenitores.
Los valores, formas de pensar y sentir necesarios para lllevar a cabo realmente estas formas de comportarse y relacionarse con el hijo y la expareja (y el entorno de ésta) son muestras de auténtico amor y respeto por el hijo, por la importancia de su estabilidad psicológica. Son maneras de tener en cuenta su derecho básico y absolutamente fundamental, de poder disfrutar del contacto no contaminado, de la relación no manipulada, y de saberse teniendo (y disfrutando) del amor de sus dos padres.
Así los progenitores evitarían lo destructivo de crear, fomentar y propiciar otro tipo de relaciones con su hijo (la ex pareja y la familia extensa de esta) en las que uno de los dos progenitores se convierte en alienador del otro padre, potenciando preferencia hacia el progenitor alienador, fomentando el desarrollo de continuas muestras de lealtad hacia ese progenitor que inculca el odio hacia el otro progenitor (por el miedo del niño a perder su amor si no lo hace).
Con el interés de crear esta reflexión hacia los estilos educativos y relacionales, en padres en vías de separación, de potenciar el darse cuenta de los beneficios en la salud mental que puede tener una forma de crear vínculos con su hijo, frente a los perjuicios que produce en la vida de su hijo, la forma alienadora de un progenitor, a manos de otro, publico esta entrada, que espero lean muchos padres que se encuentren en una ruptura sentimental con su pareja y que estén interesados por cómo hacer que esta separación no dañe innecesariamente el bienestar de sus hijos.
CARTA DE UN HIJO A PADRES SEPARADOS
No traten de disipar mi dolor con grandes regalos y diversiones. Me duele el corazón y éste no sana con risas sino con caricias. Todo lo que necesito es la garantía de que, aunque estén separados, ninguno de los dos me abandonará.Díganme con palabras y actitudes que puedo seguir amándolos a los dos y ayúdenme a mantener una relación estrecha con ambos. Después de todo, fueron ustedes quienes se escogieron mutuamente como mis padres.
No me pongan de testigo, de árbitro ni de mensajero en sus peleas y conflictos. Me siento utilizado y responsabilizado por arreglar un problema que no es mío. Tengan en cuenta que todo lo que hagan para perjudicarse mutuamente, quiéranlo o no, en primer lugar me lastimará personalmente a mí.
No se critiquen ni se menosprecien delante de mí, así todo lo que digan sea la verdad. Entiendan que por malos que hayan sido como esposos, son mis padres y por lo tanto yo necesito verlos a ambos como lo máximo.
No peleen a ver cuál se queda conmigo, porque no soy de ninguno, pero los necesito a los dos. Recuerden que estar conmigo es un derecho, no un privilegio que tienen ambos y que tengo yo.
No me pongan en situaciones en que tenga que escoger con quién irme, ni de que lado estoy. Para mi es una tortura porque siento que si elijo a uno le estoy faltando al otro, y yo los quiero y los necesito a los dos.Díganme que no tengo la culpa de su separación, que ha sido su decisión y que yo nada tengo que ver. Aunque para ustedes esto sea obvio, yo me culpo porque necesito conservar su imagen intacta, y por lo tanto, el único que puede haber fallado debo ser yo.
Entiendan que cuando llego furioso después de estar con mi padre/madre, no es porque él/ella me envenene sino que estoy triste y tengo rabia con ambos porque ya no puedo vivir permanentemente con los dos.Nunca me incumplan una cita o una visita que hayan prometido. No tienen idea de la ilusión con la que espero su llegada, ni el dolor tan grande que me causa ver nuevamente que han fallado.
Denme permiso de querer a la nueva pareja de mi padre/madre. Aunque en el fondo del alma me duele aceptarla, yo quiero ganármela para no perder al padre/madre que pienso que me dejó por ella.
No me pidan que sirva de espía ni que les cuente cómo vive o qué hago con mi otro padre. Me siento desleal para con él, y no quiero ser un soplón.
No me utilicen como instrumento de su venganza, contándome todo lo "malo" que fue mi padre/madre. Lo único que con seguridad lograrán es que me llene de resentimiento contra quién trata de deteriorarme una imagen que necesito mantener muy en alto.
Asegúrense que comprendo que aunque su relación matrimonial haya terminado, nuestra relación es diferente y siempre seguirá vigente. Recuerden que aunque la separación pueda constituir para ustedes una oportunidad para terminar con un matrimonio desdichado o para establecer una nueva relación, para mí constituye la pérdida de la única oportunidad que tengo para criarme al lado de las personas que más amo y necesito: mi papá y mi mamá.
Recuerden que lo mejor que pueden hacer por mí -ahora que ya no se aman- es respetarse mutuamente.
No traten de disipar mi dolor con grandes regalos y diversiones. Me duele el corazón y éste no sana con risas sino con caricias. Todo lo que necesito es la garantía de que, aunque estén separados, ninguno de los dos me abandonará.Díganme con palabras y actitudes que puedo seguir amándolos a los dos y ayúdenme a mantener una relación estrecha con ambos. Después de todo, fueron ustedes quienes se escogieron mutuamente como mis padres.
No me pongan de testigo, de árbitro ni de mensajero en sus peleas y conflictos. Me siento utilizado y responsabilizado por arreglar un problema que no es mío. Tengan en cuenta que todo lo que hagan para perjudicarse mutuamente, quiéranlo o no, en primer lugar me lastimará personalmente a mí.
No se critiquen ni se menosprecien delante de mí, así todo lo que digan sea la verdad. Entiendan que por malos que hayan sido como esposos, son mis padres y por lo tanto yo necesito verlos a ambos como lo máximo.
No peleen a ver cuál se queda conmigo, porque no soy de ninguno, pero los necesito a los dos. Recuerden que estar conmigo es un derecho, no un privilegio que tienen ambos y que tengo yo.
No me pongan en situaciones en que tenga que escoger con quién irme, ni de que lado estoy. Para mi es una tortura porque siento que si elijo a uno le estoy faltando al otro, y yo los quiero y los necesito a los dos.Díganme que no tengo la culpa de su separación, que ha sido su decisión y que yo nada tengo que ver. Aunque para ustedes esto sea obvio, yo me culpo porque necesito conservar su imagen intacta, y por lo tanto, el único que puede haber fallado debo ser yo.
Entiendan que cuando llego furioso después de estar con mi padre/madre, no es porque él/ella me envenene sino que estoy triste y tengo rabia con ambos porque ya no puedo vivir permanentemente con los dos.Nunca me incumplan una cita o una visita que hayan prometido. No tienen idea de la ilusión con la que espero su llegada, ni el dolor tan grande que me causa ver nuevamente que han fallado.
Denme permiso de querer a la nueva pareja de mi padre/madre. Aunque en el fondo del alma me duele aceptarla, yo quiero ganármela para no perder al padre/madre que pienso que me dejó por ella.
No me pidan que sirva de espía ni que les cuente cómo vive o qué hago con mi otro padre. Me siento desleal para con él, y no quiero ser un soplón.
No me utilicen como instrumento de su venganza, contándome todo lo "malo" que fue mi padre/madre. Lo único que con seguridad lograrán es que me llene de resentimiento contra quién trata de deteriorarme una imagen que necesito mantener muy en alto.
Asegúrense que comprendo que aunque su relación matrimonial haya terminado, nuestra relación es diferente y siempre seguirá vigente. Recuerden que aunque la separación pueda constituir para ustedes una oportunidad para terminar con un matrimonio desdichado o para establecer una nueva relación, para mí constituye la pérdida de la única oportunidad que tengo para criarme al lado de las personas que más amo y necesito: mi papá y mi mamá.
Recuerden que lo mejor que pueden hacer por mí -ahora que ya no se aman- es respetarse mutuamente.
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