viernes, 30 de diciembre de 2011

INDICADORES DEL PASO DE TRISTEZA A DEPRESIÓN (atención EN NAVIDAD)





                                                                         

  Estamos finalizando el 2011, en Fiestas Navideñas, sin embargo el supuesto "espíritu navideño" no es vivido por todas las personas, sino que en algunas personas incluso es "sufrido".

  En esta ocasión os acerco un artículo periodístico referido a posibles señales frente a las que hay que estar atento si las observamos en alguien de nuestro alrededor, pues indican un posible riesgo para su salud  y nos ofrece la posibilidad de poder brindarle apoyo. (el subrayado es nuestro)


" Las fiestas de fin de año pueden ser una época particularmente difícil para las personas que sufren de depresión.


Expertos del Hospital Conmemorativo Gottlieb, parte del Sistema de Salud de la Universidad de Loyola, afirmaron que se están preparando para un aumento en la conducta autodestructiva. Sin embargo, anotaron que hay formas de reconocer que una persona está deprimida e intervenir antes de que terminen en emergencias.


"Las fiestas de fin de año pueden resultar letales para los que no tienen un sistema de respaldo, ni familiares, amigos, seres queridos, ni siquiera compañeros de trabajo", advirtió en un comunicado de prensa de Hospital Conmemorativo Gottlieb el Dr. Mark DeSilva, director médico del departamento de emergencias del hospital. "Por todos lados hay señales de reuniones, intercambios de regalos, felicidad y amor. Si uno no experimenta aquello de lo que el resto del mundo disfruta, es muy amargo".


Aunque las fiestas de fin de año pueden provocar actos desesperados en personas inestables, señaló que usualmente hay varias señales de advertencia sobre este tipo de conducta. DeSilva ofreció los siguientes consejos para identificar estas señales de alarma:

  • Ser antisocial. "La mayoría de personas están ocupadas con reuniones sociales, compras, eventos y conectándose con los amigos", señaló DeSilva. "Observe a los que rechazan la interacción social o que constantemente no asisten a eventos a los que habían dicho que irían".


  • Estar enojado."La persona expresa sarcasmo, infelicidad o críticas sobre la alegría de los demás por la temporada, y es constantemente pesimista", comentó DeSilva.


  • Abusar del alcohol o de las drogas. "Se abusa de la cerveza o los cocteles, fácilmente disponibles en la temporada de fiestas de fin de año, o de las drogas, para aliviar el dolor que el individuo siente y escapar de la realidad", explicó DeSilva.


  • Faltar al trabajo u otros eventos. "Enfrentarse a otros que quizás estén felices y contentos con frecuencia es demasiado difícil para los que tienen tristeza por la época", comentó DeSilva. "Quizás siempre se ausenten o lleguen muy tarde al trabajo, o no asistan a compromisos sociales anticipados".


  • Somnolencia excesiva."Con frecuencia, la depresión usa la máscara de una fatiga o cansancio extremos. El cuerpo se desactiva como forma de escapar del mundo cotidiano", advirtió DeSilva.
Cualquiera que reconozca estas conductas en un amigo o conocido debe hacer un esfuerzo por llegar a la persona de inmediato, sobre todo si la crisis económica le ha afectado mucho.

"Al reconocer que una persona tiene problemas y hablar al respecto, quizás no solo le salve de un viaje [a emergencias], sino que quizás salve una vida", concluyó DeSilva.


Enlace:  http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/news/fullstory_119989.html

martes, 20 de diciembre de 2011

Carta a un bebé




                                                 
   Un amiga bloguera, Cristina Sanz Cases, que realiza unos escritos maravillosamente sensibles, ha compartido en su blog "Un lugar en mi memoria" (que igualmente os invito a conocer a través del enlace que adjunto) un texto que me ha llegado como un bonito regalo de amor, a los oídos de un bebé que aún no ha nacido, en su "Carta a un bebé". Os dejo con él:



"Querida niña:

Todavía no has nacido, pero todos te esperamos con los brazos abiertos.
Seguro que ahí adentro tienes que estar muy tranquilita y feliz, tienes todas tus necesidades cubiertas y satisfechas.


El día que nos ilumines con tu nacimiento, será, seguro, uno de los más felices en la vida de tus papás, pero imagino que también lo vivirán con miedo e incertidumbre. El miedo que se siente al enfrentarse a una nueva experiencia, a lo desconocido. Pero tú no temas, ni te preocupes por nada, porque aquí te esperan miradas cargadas de amor y ternura. Brazos fuertes y a la vez delicados, que mecerán tu cuerpo adentrándote en los más dulces sueños. Sonrisas repletas de calidez que te regalarán las más bellas palabras. Manos que acariciarán tu suave piel y que te protegerán de cualquier peligro.

Cuando nazcas, encontrarás que todo es muy distinto aquí fuera. Que hay días mejores y peores, que no siempre brilla el sol, pero que aunque no lo veas, está ahí, detrás de las nubes jugando al escondite.

La vida trae consigo, pruebas difíciles, dificultades. En algunas ocasiones, tal vez, quieras tirar la toalla, pero date tiempo, respira hondo y sigue adelante, verás, que gracias a todo eso vamos creciendo como personas, madurando y haciéndonos más fuertes.

Te imagino el próximo verano en la playa, jugando con la arena, bañándote con mamá y papá y sin parar de reír y observarlo todo atenta y vivaz, como temiéndote perder lo que pasa a tu alrededor.

Te imagino correteando en el parque y pisando las hojas secas, asombrándote al ver los pájaros, jugando con los columpios y tirándote desde un tobogán.

Te imagino danto tus primeros pasitos, diciendo tus primeras palabras.

Te imagino siendo la protagonista de todas las comidas y cenas familiares, siendo la más fotografiada, la más grabada en vídeo. Todos intentaremos hacer eternos, tus primeros momentos y experiencias en la vida e incluso competiremos entre nosotros para ver quién te hace reír más y por más tiempo. Somos una familia grande y ruidosa, pero estamos cuando nos necesitamos los unos a los otros.

Recibe el amor, la fuerza y la vida que viene de los que estuvieron antes que tú, ellos siempre te acompañarán en tu corazón y tu alma, a dondequiera que vayas y guiarán tu camino.

Te deseo una vida larga, próspera y muy muy feliz".



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Si estás interesado en consultar más información sobre Apego, Embarazo, Parto, Puerperio, Crianza, Maternidad-Paternidad, Duelo gestacional y perinatal, y Reproducción Asistida, puedes hacerlo visitando mi nuevo Blog "Psicología Perinatal. Mar García Bernabeu", con nuevos artículos publicados sobre estas temáticas.




Prevención en salud mental con recién nacidos (período neonatal)


                                                      

 


Las primeras horas de vida del recién nacido son claves para evitar trastornos mentales


  El médico adjunto de Neonatología del servicio de Pediatría del Hospital de Basurto (Vizcaya), el doctor Gabriel Saitua Iturriaga, ha considerado que una "correcta" Atención Primaria en materia de salud mental durante el PERÍODO NEONATAL resulta "esencial" para prevenir los trastornos mentales a lo largo de la vida. Por este motivo, ha apostado por fomentar la relación afectiva entre padres y recién nacido durante sus primeros sesenta minutos de vida.

  En este sentido, ha recomendado evitar, en la medida de lo posible, la administración de medicamentos que interfieran en las primeras relaciones afectivas. "Durante la primera hora de vida del recién nacido se evita la administración de medicamentos que interfieran las primeras relaciones afectivas, dando además un período de tiempo de al menos una hora para el descanso y la comunicación afectiva con los padres en el postparto inmediato", ha afirmado este experto durante una jornada celebrada en el Palacio Euskalduna de Bilbao para conmemorar el 40 aniversario del Servicio de Ginecología del centro sanitario.

  Así, este profesional ha señalado que, durante la primera hora, se observan las primeras expresiones de interacción afectiva entra los padres y el recién nacido, teniendo especialmente en cuenta ciertos factores de riesgo tanto en padres como en el niño. "En el caso de los progenitores, los factores que solemos tener en cuenta son desánimo y depresión, escaso apoyo emocional en la pareja, consumo de drogas, patologías psiquiátricas, pobreza, desarraigo y marginalidad", ha señalado Saitua Iturriaga.

   Durante el proceso de vinculación y apego afectivo, este experto ha afirmado que se activan las NEURONAS ESPEJO  implicadas en la imitación gestual "copiando e interiorizando el modelo afectivo del cuidador que habitualmente corresponde al materno".


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Niños felices

                    


                                    "El mejor medio para hacer buenos a los niños es hacerles felices"

                                                                                                               Oscar Wilde


   Existe una "discusión" sobre la bondad o maldad (con frases como "mi hijo es muy bueno, duerme todo el día: sólo duerme y come", típica para recién nacidos) en psicología y a nivel coloquial. Quiero resaltar, que cuando de un niño se espera que se comporte como un adulto (que "no moleste", "que sea siempre ordenado", "que no interrumpa", que... que... que... ), en ese caso antes de tener a ese hijo no se buscaba realmente tener un niño, sino una "personita amaestrada".

  Un niño aprenderá a tenerte en consideración cuando tú le consideres a él, cuando haya recibido primero  de ti aquello que esperas que te dé o que dé a otros.
Cuando el niño es feliz te escucha porque eres tú quién le hace feliz y tu opinión y valoración es importante para él. Por tanto, si quieres que aprenda algo, regáselo con cariño a él. 

  También considera que pasará por etapas difíciles. En cada etapa de la infancia habrá aspectos que le resultarán dificiles: los cuales comprenderás y no le exigirás ni esperarás de él más de lo que puede para su edad, si conoces la psicología infantil de cada edad (aunque le ayudarás a ir desarrollándose en estos aspectos siendo tú su modelo). Si eres tolerante con él, sus dificultades y sus errores, él lo será contigo y te perdonará pues te quiere.

  Si haces feliz a un hijo, a un niño, no te preocuparán términos como "bueno" o "malo", sino que tu hijo sea feliz también, su mundo emocional, y su crecimiento como persona en evolución.

domingo, 18 de diciembre de 2011

¡¡ Feliz Navidad !!


 Desde Centro de Psicología Gestalt
os felicito las Fiestas de Navidad, y os deseo un  Año 2012
con grandes momentos para vivirlos y no dejarlos pasar.


       He disfrutado estando con todos vosotros durante el 2011.

¡¡ Os espero para  acompañaros desde estas páginas en el 2012 !!
                                        

viernes, 16 de diciembre de 2011

LA ENVIDIA

                                                               
                                                                           


   Comparto la lectura de un artículo periodístico (titulado "Si yo no puedo llegar a jefe y forrarme, tú tampoco) que busca profundizar y comprender las necesidades no satisfechas que hay detrás de las personas que sienten una envidia arraigada en su forma de sentir, pensar y actuar, y que enfatiza cómo la envidia surge de la comparación con la otra persona, y cómo ésta puede destruir las relaciones (*) Añado mis valoraciones entre paréntesis con letra en cursiva.

*Tal vez también te interese leer el artículo anterior sobre las Rivalidades fraternales en la Navidad (pues la diferenciación y preferencia por uno de los hijos, puede llegar a crear rivalidades fraternales, fomentadas en complejos de inferioridad, identificados coloquialmente como  sentirse "la oveja negra de la familia",y en una forma de relacionarse con el otro comparándose en términos de inferioridad y superioridad).

 
  
“Si yo fuera tan mona como mi vecina…”, “si tuviera tanta pasta como mi jefe…”, “si a mí también me hubiera tocado la Lotería, como a mi primo…”, “si fuera tan gracioso como mi amigo Juan…”. “Sería feliz”. Ésa suele ser la respuesta a las variadísimas especulaciones que los envidiosos realizan continuamente sobre su vida, ya que son personas que, lejos de valorar sus propias cualidades, anhelan las ajenas.

La envidia es, como la define el psicólogo José Elías Fernández, “un sentimiento de frustración  insoportable ante el bien de otras personas” que se canaliza, por lo general, a través de la rabia.

El envidioso se hace en la infancia o en la adolescencia, cuando, ante las pataletas y las rabietas, los padres no le enseñan a tolerar la frustración y tampoco le muestran que, aunque el otro tenga más de esto, él puede que tenga más de lo otro”, explica el psicólogo.
Es un sentimiento destructivo
Por ese motivo principalmente el envidioso vive fijándose más en lo que tienen los demás que en lo que él mismo posee, atendiendo a un complejo de inferioridad que le marca una pauta: si tú no tienes eso, eres peor que quien sí lo tiene.
Por eso la envidia genera una falta de autoestima (especifico: no la genera, sino que es una más de las manifestaciones en esa persona, de la baja autoestima) que menoscaba la personalidad de quien la sufre y provoca que, por lo general, se retraiga y se visualice como inferior ante las posesiones o la suerte ajena.

Pero, ¿es siempre real esa imagen? Según Fernández, no. “La percepción que tenemos de que al vecino siempre le va mejor que a nosotros es a menudo imaginaria, nos inventamos una imagen perfecta del otro y nos la creemos”, explica.

Como asegura Bernardo Stamateas en su libro Gente tóxica, la envidia es un sentimiento destructivo y tanto el que envenena como el que descalifica (dos de las prácticas más utilizadas por los envidiosos) tratarán por todos los medios de que el envidiado no alcance sus objetivos.  Quienes gocen de algún tipo de éxito serán víctimas de los que, siguiendo la máxima “si yo no puedo, él tampoco”, vuelquen sobre el su deseo enfermizo de que pierdan aquello que han logrado. Por eso, añade Fernández, el envidioso suele acabar solo, con frecuencia es rechazado por los demás y están mal vistos por la sociedad.
La ‘culpa’ es del azar

Lo que no suele hacer el envidioso es reflexionar sobre los motivos por los que el otro es mejor (anoto: siente que es mejor; pues no siempre es real su percepción, pero sí corresponde a su sentimiento). Por lo general, no se valora el esfuerzo necesario, por ejemplo, para tocar bien un instrumento o alcanzar un puesto directivo. “Más bien se suele achacar el éxito al azar”, puntualiza el experto. Por eso el envidioso suele preguntarse “¿porqué a él sí y a mí no?” en lugar de plantearse qué puede hacer para conseguir aquello que desea.

La crítica es, usualmente, la forma que el envidioso tiene de canalizar su rabia. El envidioso justifica su falta de voluntad para conseguir algo deseado lamentándose de que a él no se le ha concedido ‘el don’. El de tener un buen cuerpo, el de ser un alto directivo, o el de tocar el violín virtuosamente. Lo que no tiene en cuenta es que quizá mientras él descansaba o salía con los amigos su ‘vecino’ estaba en el gimnasio, en la oficina o en el conservatorio.
Pero lo que no termina de entender el envidioso es que fijándose tan sólo en las cualidades ajenas, abandona las suyas. Deja de potenciar sus capacidades y al prestar atención tan sólo a lo que no tiene, a sus carencias, se deja llevar por una espiral de baja autoestima de la que es difícil salir.

Eso sí, si la reacción es la contraria (la más inusual), si el envidioso se fija en cómo ha llegado su ‘vecino’ hasta donde está y procura imitarle esforzándose, entonces la envidia será útil (aclaro: entonces no consestirá en envidia: sino en identificar tus necesidades, tus objetivos, identificar, potenciar y trabajarte tus recursos, para ir hacia y por tus metas: haciendo que tu vida se base en tu lucha, en asumir tu responsabilidad en tus logros. Así tu vida no estará basada/construida en la comparación con los otros, sino en fijarte en ti mismo, y el otro, tu relación con él, funciona como una forma más de descubrir/darte cuenta cómo hacer para conseguir los propios objetivos) . Lo que podría llamarse ‘envidia sana’, aunque Fernández se muestra algo escéptico ante este término. “Pero si sentir envidia sirve para que uno ponga de su parte y se esfuerce por mejorar su posición imitando lo que hace el otro, bienvenida sea”, asegura.

El éxito de otro debe servir para que movilices tus estructuras, sacudas tu conformismo y te sientas estimulado para ir a por más”, añade Stamateas

jueves, 15 de diciembre de 2011

RIVALIDADES FRATERNAS EN NAVIDAD


Amor Fraterno (Foto de la Película "Las hermanas L")

VS



Rivalidades Fraternales
(Foto tomada del Artículo de El Confindencial al que hago referencia)


  En fechas navideñas, surgen/resurgen muchos conflictos familiares, entre miembros de una misma familia de origen. Así, se reactivan actiguan rencillas ya presentes anteriormente (quizás de forma subyacente) en sus relaciones, cuando se reunen todos juntos.

  Lo anterior me lleva a acercaros un artículo aparecido hoy en la página http://www.elconfidencial.com/, relacionada con las rivalidades entre hermanos. Este es el contenido completo del mismo (con anotaciones propias añadidas en cursiva entre paréntesis):




  "El niño mimado. La hermana rebelde. La oveja negra de la familia. El mayor, que es muy suyo pero se le permite… Cuando los hermanos se ven obligados a reunirse, lo más frecuente es que las rivalidades que surgieron en su infancia afloren de nuevo y, en muchas ocasiones, agüen las fiestas navideñas.

   En una relación tan estrecha como la fraternal lo más natural es que existan rivalidades. Según el psicólogo Esteban Cañamares, “en el 80% de las familias hay pequeñas rencillas, un 10% sufre patologías graves que hacen que los hermanos incluso no se dirijan la palabra (añado: llevando a que el distanciamiento sea tal que no se reúnan, y mucho menos que festejen juntos las fechas navideñas: haciendo difíciles estas fiestas para alguno/s de sus miembros) y sólo un 10% está exento de todo conflicto”.

   La confrontación surge por lo general en la infancia (aunque sea en ocasiones "acalladas" por una de las partes hasta la época adolescente/adulta, o tras el fallecimiento de los padres que mantienen "la unidad familiar"), cuando los niños compiten entre sí por el cariño, la atención y el reconocimiento de sus padres. Es de lo más frecuente que los hermanos, cuando son niños, riñan, se peleen y se ataquen, máxime si los padres permiten que su preferencia por uno u otro sea notable.
“Aunque la teoría diga que los padres quieren a sus hijos por igual, en la práctica eso no es cierto”, apunta Mónica Varona, psicóloga de la Fundación Humanae.  

   Pero cuando las personas se hacen adultas van elaborando esa rivalidad y comprenden que no tiene sentido enfrentarse continuamente a sus hermanos por conseguir el abrazo materno (cuando se da una buena resolución de dicha rivalidad). Aún así, el rencor de quien se siente menos querido o menos valorado es difícil de eliminar.
Reproches y acusaciones mutuas.
Por eso, cuando la familia vuelve a reunirse es frecuente que las rencillas salgan a relucir. “Aunque se disimule la problemática y se usen excusas diversas, como que no me llamaste por mi cumpleaños o que no viniste a ver a mamá cuando estaba sola, la raíz de todos esos conflictos es la lucha por el cariño de los progenitores”, explica Cañamares, especializado en terapia familiar.

   “Al adulto le da vergüenza reconocer que sus celos son emocionales y convierte la competición en una cuestión de capacitación personal y de valía profesional principalmente”, apunta Varona.
Por lo general ese tipo de rencores está latente pero no suele aflorar más que en discusiones esporádicas (no por ello menos dolorosas), ya que la mayoría de los adultos maduros es capaz de priorizar el amor fraternal ante los celos o los reproches.
Pero hay un pequeño porcentaje, ese 10% extremo, cuya rivalidad fraternal alcanza la patología y llega al punto de no hablarse con sus parientes, no acudir al velatorio de una cuñada o incluso ser incapaces de coincidir en la habitación del hospital si alguno de los padres cae enfermo.
En estos casos se trata, por lo general, de personas “muy dependientes de sus padres e incapaces de hacer una vida normal” o bien de aquellos “cuya única tarea en la vida es mantener satisfechos a sus padres y ser su preferido”, asegura Cañamares.

   Si alguien tiene un hermano así, aconseja el psicólogo, “lo mejor es abandonar la competición porque siempre va a estar a la sombra”. Una persona emocional y psicológicamente madura ha de ser capaz de seguir su propio criterio aunque no coincida siempre con el de sus progenitores, venciendo el miedo a decepcionarles. “No es que pasemos de los padres, es bueno escucharle, aprender de ellos y tener en cuenta su opinión, pero no doblegarse ante ella siempre”, aclara.
Los padres marcan la relación fraternal
La actitud de los padres es fundamental en este tipo de conflictos. “Para que se dé ese juego dañino es necesario que al menos estén dispuestos a intervenir uno de los hijos y uno de los padres”, continúa el psicólogo. Algunos padres, incluso, “estimulan” la conflictividad entre sus retoños, casi siempre inconscientemente. Es frecuente que en una familia se celebren con pomposidad las notas medianas del mal estudiante y sin embargo, por costumbre, se den por hecho las buenas notas del hijo más ‘empollón’. Trasladada a otros ámbitos, esa actitud paterna se repite cuando los hijos son adultos y aunque sea un estímulo para el hijo más ‘flojo’, para el ‘empollón’ es de lo más injusta y dolorosa.

   Por ello la intervención profesional se centra en la familia como núcleo (principalmente en la edad temprana) para ver las formas de relacionarse que existen dentro de ésta y como el comportamiento de los padres sobre uno de los hijos puede repercutir en la forma de comportarse del otro, explica Varona. "De ahí la orientación sistémica, la forma de entender la familia como un conjunto y de intervenir por igual en todos los ámbitos para ver como influyen unos sobre otros. Especialmente a la hora de establecer limites, que a veces para uno de los hermanos son más claros y más delimitantes que para otro y ahí puede surgir el conflicto", añade. 

   La clave para los hermanos que no son ‘los preferidos’ es basar su autoestima en otros factores que no sean el reconocimiento paterno. Eso es lo que hacen las personas maduras que, a pesar de sentirse algo menospreciados en casa, son capaces de mantener relaciones positivas con sus familiares. “Lo primero es ser consciente de la situación, y después es necesario que uno mismo se dé la palmada en la espalda y no necesite continuamente la de sus padres”, explica Cañamares.

   Cuando los parientes se enfrentan a un problema (por ejemplo, que uno de los progenitores caiga enfermo), todas las relaciones negativas se neutralizan para conseguir la unión familiar. La culpabilidad juega un papel importante y hace a muchos reaccionar pensando que han abandonado sus obligaciones por los celos o el rencor y todos los miembros actúan como una piña. Al menos, hasta que pase lo peor…

Pérdidas de embarazo según la edad gestacional





    En momentos de confusión, tras la pérdida de un embarazo, muchas mujeres (y sus parejas) acuden a la búsqueda de información que les ayude. Esta entrada está dirigida a las personas que necesitan una  clarificación inicial sobre cómo se clasifica y denomina a las pérdidas de embarazo, según la edad gestacional.



NOMENCLATURA DE PÉRDIDAS DE EMBARAZO
DEPENDIENDO DE LA EDAD GESTACIONAL

ABORTO

--Se le llama de esta forma simplificada cuando se produce una perdida del embarazo antes de que sea viable.
   En España se considera que no es viable, con certeza, cuando no alcanza las 20 semanas de embarazo.
   Entre las 20 y las 24 semanas es “probablemente inviable”.
   Para que se llame aborto, el embrión o feto que se ha perdido debe pesar menos de 500 gramos.

--Se clasifican en aborto precoz y tardío:
   ABORTO PRECOZ: cuando tiene lugar en el primer trimestre del embarazo (con la muerte de un embrión)
   ABORTO TARDÍO: cuando la pérdida del embarazo se produce en el segundo trimestre (se produce la muerte de un feto, esto es a partir de la semana 13; pues al cumplir 13 semanas el embrión pasa a llamarse feto).


MUERTE FETAL

--Se suele utilizar esta forma de llamarle a las pérdidas de embarazos de más de 20 semanas.
  Y se le denomina así porque muerte fetal se considera, sin embargo en su sentido amplio, a la muerte de un feto (es decir a las 13 semanas, pues como hemos dicho, es el momento en que al embrión ya no se le llama así, sino feto).
Esto provoca que aborto tardío (a partir de las 13 semanas) y muerte fetal temprana (las pérdidas entre las 13 y las 20 semanas) sean utilizados como términos de igual significado.

--Se le añada la especificación de temprana o de tardía cuando la muerte del feto tiene lugar en dos momentos concretos del embarazo:
  MUERTE FETAL TEMPRANA:  pérdidas de embarazo que tienen lugar entre las 13 y las 20 semanas (como ya hemos dicho sinónimo de ABORTO TARDÍO).
  MUERTE FETAL TARDÍA: pérdidas que tienen lugar en el tercer trimestre, después de cumplidas las 28 semanas de embarazo. Para que se le llame así el feto fallecido ha de pesar más de 1.000gramos.



MUERTE PERINATAL

--El término perinatal se emplea para referirse a todo aquello que es en materia de tiempo inmediatamente anterior o posterior al momento del nacimiento del bebé, es decir, desde la semana 28 de gestación aproximadamente hasta los primeros sietes días después del parto.

-- Incluye:
      La MUERTE FETAL TARDÍA (este tipo de muerte fetal también está incluida dentro de las muertes perinatales).
    La MUERTE DURANTE EL PARTO
    La MUERTE NEONATAL PRECOZ : La muerte del bebé nacido  (por ello es neonatal: después de nacer) en los siete primeros días desde el nacimiento

(No incluye la muerte neonatal tardía: que es la muerte de un bebé nacido, entre los 7 y los 28 días tras el nacimiento).
(Un neonato o recién nacido es un bebé desde su nacimiento hasta los  28 días-1 mes; y se le llama período neonatal a este primer mes de vida del recién nacido)

                                                 
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miércoles, 14 de diciembre de 2011

Emocionante parto natural en el agua

  Hoy he colgado en facebook un vídeo que me ha emocionado: he sentido una gran sensación de  bienestar al visionar la bella imagen de un hijo naciendo y cómo madre e hijo vivían juntos este momento. Me ha llegado el comentario de una amiga, Cristina, sobre  "el encuentro de miradas entre la madre y su hijo", al verlo ella.  Esto me ha hecho ver como un regalo compartir, también aquí, el visionado de este vídeo,  con vosotras y vosotros: con cualquiera de las mujeres que ha sido madre,  o papás que estuvieron en el nacimiento de su hijo, deseando que podáis disfrutarlo  y tal vez evocar el recuerdo de vuestro alumbramiento y de los primeros momentos tras la llegada al mundo de vuestro bebé.

  Y para quiénes aún no  hayáis descubierto/vivido la magia de este momento... que podáis conocerlo en esta madre y su hijo.

                             
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Duelo por el bebé que se fue al nacer



                                                        

   En esta ocasión os acerco la lectura de un magnifico reportaje aparecido en el Periódico El País , el 16 de Enero de 2007: habla de la MUERTE PERINATAL (en una próxima entrada os hablaré acerca de los tipos de pérdidas de embarazo, según la edad gestacional, del embrión o del feto).  
  El artículo comienza con el testimonio de unos padres, que perdieron a su bebé a las cuatro horas de haber nacido (muerte neonatal precoz). Continua hablando de la experiencia de otros padres, y también de la política presente en aquella fecha en los hospitales en la Unidad Maternoinfantil, de la importancia de implantar protocolos de actuación para la intervención empática y humanizada, por parte de los profesionales de maternidad, con los padres, en un momento  emocional y psicológico muy sensible para ellos. Remarca la influencia que la actuación de estos especialistas tiene en el inicio del  afrontamiento del duelo de ambos padres, y poteriormente. Así como ofrece ideas de actuación que pueden facilitar el paso por el proceso de duelo por la pérdida de su bebé.  

   Os dejo con el artículo:

  "Han pasado cinco duros meses y Gemma Villacampa sigue destrozada por la muerte de Hugo, un bebé que murió a las cuatro horas de haber nacido "de forma inexplicable" según le dijeron en la clínica barcelonesa donde dio a luz. Esta joven madre de 30 años de Viladecans (Barcelona) y su marido, Ángel Rubio, de 33 años, están de baja por estrés y sienten una profunda desesperación, rabia y dolor, no sólo por el fallecimiento de su primer bebé, sino por cómo les trataron en el hospital. "No me han explicado qué pasó, no me dejaron ver el cuerpo, ni me pude despedir del bebé", lamenta Gemma.

Las muertes perinatales -aquellas que se producen en la última fase de la gestación o en los siete primeros días de vida- han disminuido en España. Pero el trato que reciben las parturientas y las familias es a menudo de indiferencia, cuando no de maltrato, señala la psicóloga Alba Payàs, especializada en terapias de duelo.
Pese a que la muerte perinatal sigue siendo un tema tabú y a que los padres no siempre reciben una atención adecuada, "no es una cuestión que tengamos encima de la mesa: cada hospital tiene la libertad para actuar como crea oportuno", afirma Juan Carlos Melchor, presidente de la Sociedad Española de Medicina Perinatal.
"La muerte de un recién nacido es una situación que se ha afrontado hasta ahora negándole importancia, con bastante indiferencia. Los hospitales han tendido a minimizar el impacto que estas muertes tienen sobre los padres porque piensan que al no haber conocido al hijo, es como si no tuvieran derecho a realizar un duelo por el bebé muerto", sostiene Alba Payàs. En Estados Unidos se les denomina "duelos desautorizados": no pueden ser públicamente reconocidos ni socialmente expresados. "La pareja se siente desautorizada para hablarlo porque no ha habido nacimiento, bautizo o entierro; el niño no tiene nombre, no quedan fotos ni recuerdos, nada que pudiera avalar su existencia. Sin embargo, el niño es su hijo desde la concepción, en la imaginación, en las expectativas y esperanzas de los padres y de la familia", añade Payàs.
En España es tan habitual la indiferencia (*), que llega a resultar cruel. "No hay respuesta por parte del equipo médico", dice la psicóloga. Así lo confirma Gemma a partir de su propia experiencia: "La ginecóloga asintió a regañadientes a dar la triste noticia a mi mujer, pero no le dejó ver al pequeño", dice Ángel. Lo peor estaba por venir. Al día siguiente, les visitó un jefe del servicio: "Me dijo que lo olvidara y que no me preocupara, que era joven y que podía tener otros hijos", cuenta Gemma. Ahora está en tratamiento psicológico y empieza a no evitar a familiares y conocidos "porque me daba vergüenza no tener el niño para presentárselo".
*(Nota de Centro de Psicología Gestalt: Tengamos en cuenta que el artículo es de 2.007, que desde entonces ha evolucionado mucho el trato que se le da a los padres que pasan por el duro trance de la pérdida de un hijo durante el embarazo o tras el nacimiento del bebé).
Para evitar casos como éste, el Hospital de Santa Caterina en Salt (Girona) creó hace un año un protocolo de actuación para enfermería del Servicio Maternoinfantil. Así lo explica laenfermera Lluïsa Vilardell. "Hace cinco o seis años, que los padres vieran al niño muerto se consideraba algo monstruoso. Se sedaba a la madre para que en el momento de expulsar al bebé no lo viera, como si no hubiera pasado nada. Eso generaba en los padres gran cantidad de dudas. Con el nuevo protocolo, las cosas han cambiado mucho. La forma de presentar el cuerpo, de hablar con la madre, de ofrecerle la posibilidad de estar con el pequeño unos momentos, de tener algún tipo de recuerdo e incluso de recibir ayuda de un psicólogo hacen más llevadero el duelo. "Y nunca juzgamos sus decisiones" (de los padres), añade Vilardell.
El ejemplo ha trascendido. A los dos días de nacer, la pequeña Núria tuvo que ingresar en la Unidad de Cuidados Intensivos del Servicio Maternoinfantil del Hospital Universitario de Girona Dr. Josep Trueta. "Los médicos comunicaron a los padres que la criatura estaba muy mal, que se moría. Y le ofrecieron ayuda psicológica", cuenta la enfermera de neonatología Maria Reixach.
"Salieron de la consulta del psicólogo con pena pero con serenidad. Fueron a la UCI, se pusieron las batas y se despidieron de su hija. Lloraron, la cogieron en brazos y le estuvieron hablando. Luego la sacaron fuera, para enseñarla y que la familia también pudiera despedirse de ella. Nos comentaron que estaban muy agradecidos por el trato", explica Reixach. "Llevo 26 años en neonatos y durante mucho tiempo, lo normal era tratar de evitar que los padres vieran al bebé muerto. '¡Tiene un color muy feo!", les decíamos.
La psicóloga Cristina Silvente trata a numerosas parejas que no han recibido una atención adecuada. Recomienda a los centros sanitarios establecer protocolos de intervención para estas situaciones y formar a los profesionales para que sepan dar las malas noticias de forma más adecuada. De lo contrario, las secuelas no tardan en aparecer: insomnio, ansiedad, sentimientos de culpa.
El próximo 1 de febrero, el CEAPP-Servicio de Soporte al Duelo de Girona organiza en la Escuela Universitaria de Enfermería Santa Madrona de Barcelona un seminario sobre Muerte perinatal. El ginecólogo Santi Bosch del Hospital de Santa Caterina reconoce que a los médicos les cuesta actuar con empatía y recomienda no tener prisa a la hora de dar la mala noticia: se ha de preparar a los padres y responder a todas sus preguntas.
La Generalitat de Cataluña está elaborando un protocolo de atención humanizada del infante hospitalizado (desde el parto a la adolescencia) en el que se propone incluir la atención que debería darse a los padres en las muertes perinatales, explica Ramón Prats, de la Dirección General de Salud Pública. En España se producen 5,6 muertes perinatales por cada 1.000 nacidos vivos. Según el Instituto Nacional de Estadística, en 2004 las muertes fetales tardías (nacidos muertos con más de 500 gramos de peso) y los fallecidos en las primeras 24 horas (desde el nacimiento) representaron el 80% del total de muertes perinatales.


La cajita de los recuerdos

Una hermosa herramienta que puede ayudar a los padres a elaborar el duelo por su bebé fallecido es guardar algunos de los objetos relacionados con el niño. Será la cajita de los recuerdos del bebé. Puede contener desde la historia clínica, ecografías y otras pruebas médicas, a las huellas de pies y manos impresas, la pulserita del hospital, el chupete, los zapatitos o el cepillo que iban a utilizar los padres (…). Cada caso se debe tratar de forma individualizada, pero los especialistas recomiendan poner un nombre al bebé fallecido, si no lo tenía, e incluso tomar alguna fotografía, pero "siempre en brazos de alguien, una enfermera o los propios padres, nunca abandonado encima de una mesa", dice la psicóloga Cristina Silvente. "Aunque esto pueda parecer monstruoso, al cabo de un tiempo muchos se arrepienten de no haber visto a su hijo y de no tener una imagen suya", añade. Y si en el momento de la muerte los padres no quieren nada, guardan igualmente la historia clínica de la madre por si más adelante quieren recogerla, explica la enfermera de Santa Caterina, Lluïsa Vilardell.

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Si estás interesado en consultar más información sobre Apego, Embarazo, Parto, Puerperio, Crianza, Maternidad-Paternidad, Duelo gestacional y perinatal, y Reproducción Asistida, puedes hacerlo visitando mi nuevo Blog "Psicología Perinatal. Mar García Bernabeu", con nuevos artículos publicados sobre estas temáticas.

martes, 13 de diciembre de 2011

Acompañamiento en el duelo









   En esta ocasión quiero retomar el tema de la pérdida de un hijo intrauterino, y el dolor no sólo de ésta, sino del sentimiento de soledad que puede acompañarle, cuando los padres sienten que lloran en silencio la pérdida de su hijo amado y deseado, cuando los padres no se sienten acompañados en la expresión de su dolor (o sufrimiento).

  Puede ocurrir que, tras darles la noticia a unos padres del fallecimiento del hijo que estaban esperando, la propia familia o amigos piensen que la muerte de un hijo no nacido provoca un dolor menor a otros fallecimientos, pues los padres no lo han tenido en vida con ellos. Sin embargo, no se puede "calibrar" el dolor en ese sentido, pues un hijo es un hijo. El dolor de su pérdida, su duelo, forma parte de cada persona, por la vinculación que cada madre ( o padre) establece con su hijo. Cada padre establece esos lazos a su ritmo y según su forma de sentir (y necesitará su tiempo, no el que los otros puedan esperan sea "lo normal"), por lo que, igualmente, le llevará su tiempo para recorrer el camino de su duelo).*
*Subrayo el SU como forma de indicar que el dolor es propio, personal y no es algo "objetivo", por lo que cada persona lleva un proceso propio y muy personal en la elaboración de su pérdida.

   Os reproduzco un parráfo y un poema hablando de "lo perdido", del libro "La cuna vacía", en palabras de Mónica Álvarez, dentro de los rituales que ayudan a su superación, a la sanación del dolor y al crecimiento de la persona tras la elaboración del duelo:

   "Durante mucho tiempo no se pudo hablar de "ello". Todas las palabras estuvieron escondidas en un oscuro baúl bajo siete llaves. Un día, de puro viejo se hizo una pequeña brecha en un lateral. Por allí se coló una pequeña palabra (luz). Detrás salió otra y luego otra, y otra, y ya no se pudo parar. Salió un torrente de palabras cantarinas y pronto fueron un río y un mar. Un mar inmenso que llegó a todas las costas. Saltaron a tierra y se colaron en el corazón de tantas personas sedientas de hablar, de contar su tristeza, de conjurar su dolor. Poner palabras a lo que nos ocurre es una poderosa medicina. Ya nadie se sintio mal por no poder hablar de lo perdido".
 

Lo sagrado,
sangrar,
llorar,
soltar lo perdido,
festejar lo ganado.

Descubrir lo aprendido,
echar a volar los pájaros
que en el aire viven.
Abrir la jaula de la tristeza
al corazón enladrillado.

Lo sangrado,
lo sagrado,
llama a la Madre Tierra,
se acoge a su seno,
donde encuentran sustento amable
todos los seres.

El sol despunta
guarda tus lágrimas
para la próxima siembra.

Lo sangrado,
lo sagrado,
lo sanado,
lo llorado,
lo aprendido.


  
Poema que me atrajo al leerlo ya que era como "ponerle palabras a la pérdida".

   Resalto un aspecto relevante: cada fase del duelo requiere su tiempo, y cada persona necesita un tiempo concreto (para su pérdida), en el que hay que facilitar y permitir que la persona fluya por ellas, sin intentar apresurar el proceso. Cada persona tiene una experiencia de su pérdida, no se trata de culpabilizar a los padres por los tiempos que se tomen cada uno de ellos, sino acompañarlos en su evolución para que puedan recorrer su camino (diferente en cada persona) hacia la sanación en su duelo.

                                        
                                                                  
 "La muerte termina con la vida de aquellos a quienes amamos,
pero no le pone un punto final a nuestro amor por ellos (...).
Mantenemos intacta nuestra capacidad de amar y de sentir el amor
de aquellos que han muerto.
Cuando nos damos cuenta de estas cosas, podemos empezar a dejar ir
lo que hemos perdido (su presencia) y empezar a atesorar lo que aún tenemos de ellos".

                                                                                                                     Thomas Attig

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domingo, 11 de diciembre de 2011

LA AGRESIVIDAD EN TERAPIA GESTALT



                                                              

   La agresividad en Psicoterapia Gestalt es IR HACIA, dirigirse a algo (una experiencia, un encuentro, un introyecto, una idea …) para “masticarlo”, y ver a qué le decimos sí de ese evento, relación… (qué hacemos nuestro) y a qué le decimos no o lo rechazamos (e identificamos como “no yo”).  

   Este concepto teórico fue impactante para mí en el momento en que lo conocí, por la posibilidad de dirigirse al otro, ir hacia algo, con una perspectiva en la que la persona no había de tragar sin más (llenarse de introyectos), el valor del “no”,  una forma de aparecer en la relación, el riesgo de mostrarse … y conocer que existían otras opciones y formas de hacer.
Aún recuerdo una experimentación sobre la agresión y los introyectos, que hicimos en la Formación como Terapeuta Gestalt, con el Gran Maestro, Jean Marie Robine, que supuso una gran fuente de darme cuenta… y el comienzo de una nueva visión de las relaciones, junto con una gran herramienta terapéutica.

   Cuando hablamos de agresividad en Terapia Gestalt no nos referimos a VIOLENCIA (como agresiones físicas a otras personas, animales u objetos), sino a la parte sana de “agredir” (ir hacia). En relación a esta función, sobre la que profundizaré más adelante, os acerco unas líneas del Libro creador de la Terapia Gestalt “Terapia Gestalt: Excitación y crecimiento de la personalidad”, de F.Perls, R.F. Hefferline y P.Goodman:

   …”la Terapia Gestalt empezó a considerar la función de la agresividad de un modo muy distinto (a cómo lo había hecho el Psicoanálisis). En Yo , hambre y agresión, Perls describe sus orígenes en lo que llamó “agresividad dental”, el mordisco, la masticación de una experiencia propia para absorber las partes que uno necesita y librarse de las que no. Este énfasis pone a la agresividad bajo una luz positiva, mostrando su papel en preservar el sentido de uno mismo como en conseguir el contacto con el entorno. La agresividad le permite al individuo arriesgarse a dejarse impactar en su mundo propio y a liberarla para se creativo y productivo. Esto es, obviamente, en la práctica, tomar un rumbo contrario al de Freud, que unió la agresividad al sadismo anal y al instinto de muerte. Para la Terapia Gestalt, la agresividad es sana por naturaleza y está al servicio de la vida. La personalidad sana está formada por una sucesión de “sí” y “no” según la propia idiosincracia del niño. Como dijo el músico alemán Jacob Boehme, que influyó tanto en Hegel: “Todas las cosas consisten en el Si y el No”. Cuando la gente no puede decir “no” con la misma facilidad que “sí”, tiende a aceptar sin ninguna crítica un punto de vista sobre la realidad o un modo de vida dictado por otros. Perls consideraba que LA AUSENCIA DEL “NO” ESTABA CAUSADA POR LA REPRESIÓN DE LA AGRESIVIDAD DENTAL, DEBIDO AL MIEDO AL CONFLICTO y la consideraba como una de las fuentes principales de la patología neurótica. No es la agresividad, sino su inhibición en la personalidad lo que produce la impotencia, las explosiones de violencia o la insensibilización y la apatía”.


martes, 6 de diciembre de 2011

Alcohol y Enfermedad

     


   A continuación les aporto una serie de datos que la Dra. D.M. Reyes, en su colaboración con APAEX Elche (en cuya asociación trabajé tres años, desde 2003 a 2006: inicialmente como voluntaria, posteriormente como Coordinadora de Voluntariado, y finalmente como Psicóloga de la misma, en prevención (habiendo realizado funciones propias de UPC: Unidad de Prevención Comunitaria) e intervención en alcoholismo; habiéndome formado como Experta en ambas áreas por el INID) facilitó a dicha Asociación en un artículo titulado "Alcohol: Una enfermedad mortal, pero...reversible". Experiencia profesional en colaboración con la UCA de Altabix-Elche  (Unidad de Conductas Adictivas) en dicho período, y que posteriormente en 2008 y 2009 conocí como educadora (en su sede también de drogas ilegales, no sólo legales).

  El uso del alcohol por el ser humano se remonta, a la época paleolítica, y su historia evoluciona después  haberse iniciado hace unos 30.000 años. La ingestión de esta sustancia con efecto embriagante se debió conocer desde épocas muy tempranas por gran diversidad de tribus.

  Inicialmente el supuesto "origen divino" que se le atribuyó al alcohol, hizo que se empleara como una sustancia embriagante y "lúdica" (o en festejos), y ya recientemente en la historia,  se ha incorporado socialmente como un alimento cuyo uso se ha normalizado, lo que no ha hecho sino facilitar que se haya consolidado como una de las drogas de usos más extendido, y a la vez más nocivas.

   En 1.948 la OMS reconoció al alcoholismo como enfermedad y fue incluida en la Clasificación Internacional de Enfermedades, y consideró como población de riesgo alto ante el alcoholismo aquélla que consume más de 75 gramos de alcohol puro al día.

   España es uno de los principales consumidores de alcohol del mundo.

   En este post sólo veremos las enfermedades médicas asociadas al abuso y a la dependencia del alcohol. Será en una entrada posterior os hablaré de las consecuencias del alcoholismo en la problemática de salud mental o psicológica  y   la conflictiva que esta enfermedad puede llegar a producir a nivel social / familiar / laboral y legal del enfermo alcohólico. Aunque en los trastornos neurológicos asociados al alcohol (como demencia, deliriums tremens ...) vemos la relación indisociable en el concepto de salud holítico (o unitario: bio-psico-social) de la OMS (Organización Mundial de la Salud)  y también en la ausencia de ésta (o enfermedad).



                                                       
ENFERMEDADES    PRODUCIDAS    POR    EL   ALCOHOL

-CIRROSIS (también se puede incluir dentro de la patología digestiva producida por el alcohol):
Los pacientes alcohólicos tienen una probabilidad de padecer cirrosis 9 veces superior a la población general. Existe una clara relación entre la cantidad de alcohol consumido y la incidencia de cirrosis, siendo la causa de más del 30% de las cirrosis hepáticas en general.

-PATOLOGÍA PANCREÁTICA: La veremos a posteriori dentro de las patologías digestivas

-CÁNCER: Se cree que el alcohol es el responsable de ciertos tipos de cáncer, sobre todo de los gastrointestinales superiores, siendo 12 veces estos tumores en el paciente alcohólico al igual que existe una mayor frecuencia de mortalidad por cáncer de laringe.

-MORTALIDAD: El consumo de alcohol representa un importante riesgo vital, constituyendo la cuarta causa de mortalidad en el hombre, debido a cirrosis la mayoría de los casos.

-MIOPATÍA Y CARDIOPATÍA ALCOHÓLICAS: (AGUDA Y CRÓNICA) (generalmente reversibles)

-ENFERMEDADES NEUROLÓGICAS:
  Intoxicación alcohólica aguda
  ▪ Síndrome de abstinencia, delirium tremens
  ▪ Demencia alcohólica, degeneración cerebelosa, polineuropatía, disautonomía alcohólicas (posible toxicidad directa)
  ▪ Enfermedades nutricionales: Wernicke korsakoff, ambliopía alcohol-tabaco, neuropatía por Beri Beri. Etc.
  ▪ Otras enfermedades neurológicas.

-ALTERACIONES HEMATOLÓGICAS
  Anemias: Megaloblástica, Sideroblástica (origen medular), Hemolíticas ( hiperesplenismo, anemia asociada a esteatosis hepática, diacinocitos, acantocitos, etc.)
  Serie blanca : Neutropenia, alteración función granulocítica, de los macrófagos y de los linfocitos
  Serie plaquetar: Trombopenia y alteración de la función plaquetaria.

-ALTERACIONES ENDOCRINAS: Atrofia testicular-ginecomastia, cirrosis, hiperestrogenismo, infertilidad, aumento niveles cortisol, etc.

-HIPERTENSIÓN ARTERIAL

-TRASTORNOS METABÓLICOS

-INFECCIONES:
  Pulmonares: Neumonías, tuberculosis
  Peritonitis bacteriana espontánea
  Endocarditis infecciosa
  Meningitis bacteriana
  Otras: Listeriosis, difteria…



PATOLOGÍA  DIGESTIVA   PRODUCIDA     POR    EL  ALCOHOL

El alcohol es absorbido en el estómago y la primera porción del intestino delgado, favoreciendo el desarrollo de lesiones a dicho nivel. También afecta al resto del intestino delgado y grueso, páncreas y , con mucha mayor frecuencia al hígado, dado que el alcohol se metaboliza en aproximadamente un 90% en dicho órgano, produciendo distintas lesiones.

-ESÓFAGO: Alteraciones motoras, reflujo gastroesofágico, esofagitis, Esófago de Barrett, estenosis pépticas y úlceras, síndrome de Mallory-weiss y cáncer.

-ESTÓMAGO: Gastritis aguda, gastritis crónica: superficial y atrófica. Hiposecreción ácida. Mayor incidencia de cáncer.

-INTESTINO DELGADO: Diarrea, esteatorrea, mala absorción (minerales y vitaminas, etc.).Erosiones hemorrágicas.

-INTESTINO GRUESO: Aumento del peristaltismo, alteraciones de la mucosa, cáncer de colon y recto.

-PÁNCREAS: pancreatitis aguda y crónica. Cáncer de páncreas.

-HÍGADO: Esteatosis hepática, hepatitis alcohólica. Cirrosis (hipertensión portal, ascitis, varices esofágicas y gástricas, etc.). Cáncer de hígado