miércoles, 16 de noviembre de 2011

Ganar y Perder



                         
                                                           En los deportes y en la vida

En esta ocasión quiero compartir con vosotros el artículo de un Psicoterapeuta, José Luis Cano Gil, ya que éste es tan interesante por la reflexión crítica del autor, como por las aportaciones de los comentarios que realizan sus seguidores a esta entrada, verbalizando su visión y experiencia personal (revisando las sensaciones, emociones y aprendizajes o sus propias vivencias-reflexiones en el momento actual de su historia personal, referente a esta dualidad: ganar o perder).

En él habla de la utilización de la comparación ENTRE IGUALES, como un motivo de medirse y autosuperarse constructivamente, frente a una forma de autodestrucción o de destruir al otro que el autor reflexiona se ha convertido en un mal de nuestra sociedad competitiva y destructiva de la propia valoración y de la del otro.

A continuación sus lectores hablan contando sus propias experiencias y las dificultades propias de establecer relaciones dónde el ganar y el perder no sean su base, ni estén dañadas por luchas de poder.


Éstas son alguna de las reflexiones de José Luis Cano:

-"Mientras el neurótico odia y se siente superior, parece que su inmenso desvalimiento, su vacío interior se alivian. Parece que "conquista" algo, que "roba" tardíamente un amor, una autoestima que no logró a su debido tiempo. Pero robar significa canjear el amor por poder". Así lo quieren los aficionados, los socios, los votantes, los accionistas, la prensa, los shows audiovisuales, los presidentes de gobiernos, los poderes en la sombra... ¡Todo el mundo quiere victorias! Y harán cualquier cosa, por acción u omisión, para lograrlas... Psicodinámicas similares podemos hallarlas también en las ludopatías, la adicción a las apuestas y loterías, la tendencia al fraude y la picaresca, etc".

-"Así lo vemos continua-mente, p. ej.,  en los deportes de masas, la política, la economía, la vida social... En todos los ámbitos, la cuestión básica no es jugar limpiamente, ni arriesgarse, ni responsabilizarse, sino ganar como sea.  No importan los medios, sino sólo los resultados.

-"Cuando no puedes amar lo que intentas es mandar" (Alejandro Jodorowsky). Es decir, nuestro afán de dominio (narcisismo, omnipotencia) suele ser directamente proporcional a nuestras carencias amorosas".

(Quiero aclarar que un "orgullo excesivo", "patológico" o insano, como ocurre en un perfil narcista de la personalidad, tapa en realidad un gran complejo de inferioridad. La persona vive en juegos de poder, luchas en las que busca salir victorioso, para llenar su gran vacío, para no conectar con sus más profundos sentimientos de inferioridad y el sufrimiento de su confrontación, al haberse construido este mecanismo de defensa como coraza de la que puede llegar a no ser consciente).

 
Cierro esta entrada con unas palabras de una persona con una saludable inteligencia emocional y una alta autoestima (que no narcisismo), como muestra su gran respeto a sus rivales en el juego, la de Rafa Nadal o con aseveraciones como ésta, refiriéndose al futbol y a la actitud de un entrenador de éstos equipos:  "Es un deporte nada más. Hay cosas más importantes que ganar o perder" (al ser preguntado por el enfrentamiento entre dos grandes equipos de futbol).


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