A continuación os dejo con una de las reflexiones de Hugh Prather en "Palabras a mí mismo", que se refieren al para qué del hábito insando de compararse con el otro, cuando la persona ha introyectado este mecanismo de pensamiento, a través del aprendizaje previo en sus relaciones, y de la repetición de esquemas antiguos de relación, que no han sido sustituidos por otros más sanos para la persona, su autoconcepto y autoestima.
Ésta visión de sí mismo, sujeta a la comparación con el otro, y a la valoración positiva (superioridad) o negativa (inferioridad), afecta no sólo a su visión de sí mismo, sino a la forma de relacionarse de la persona con otras, estableciendo "luchas" en las que es/se siente más o menos que el otro, sin lograr el bienestar de ser sencillamente diferente (o igual) a los demás.
"Pareciera que siempre me estoy sintiendo
superior o inferior a los demás, que me va
mejor o que me va peor que a los demás.
Los momentos superiores son
de gloria, pero los momenos más escasos y
preciados son cuando me siento como igual.
No hay tal cosa como "mejor" en un mundo
compuesto de individuos".
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