Hace ya casi diez años que inicié mi formación como Terapeuta Gestalt (al principio en el campo de la terapia con adultos). Recuerdo el impacto del primer fin de semana de formación, y cómo ahí empezó a cambiar mi vida y a desarrollarse mi pasión por la Terapia Gestalt.
Aquel fin de semana descubrí el sentido del cuento de La Cenicienta, un mensaje tan básico y a la vez tan sencillo y dificil de experimentar para una persona que no ha sentido ese amor que sostiene, que ayuda a crecer, que te da seguridad, propicia que te respetes y te sientas sumamente fuerte para afrontar las dificultades diarias de la vida con seguridad en ti mismo y en tus propios recursos (o en la posibilidad de tener recursos externos, familiares, sociales, si necesitas "coger mano de ellos").
Desde entonces, no había conocido un documento gráfico que manifestara tan bien LO DIFICIL QUE ES AMARSE A UNO MISMO (ESO QUE LLAMAN AUTO-ESTIMA: o estima a uno mismo) CUANDO UNO NO SE HA SENTIDO AMADO (uno puede haber recibido amor, sin sentirse respetado-aceptado tal y como uno es, sin recibirlo en los términos en los que uno los necesitó al inicio de su infancia y adolescencia, sin sentir ese sostén tan básico y necesario que proporciona un apego seguro y todos los beneficios que éste da a la persona conforme se desarrolla y posteriormente como recurso en la vida adulta).
Te dejo con el vídeo, y te deseo A TI, que en este momento lo vas a visionar, que encuentres tu propio mensaje de riqueza personal para ti:
Este vídeo transmite un mensaje, lo que yo llamaría la Moraleja del Cuento de La Cenicienta: Por muy bella/o e inteligente que se sea, no se es, no se siente uno bello/inteligente si no se tiene madrina que lo reconozca... ENCUENTRA TU MADRINA que te valore y deja que te ayude su confianza, su amor, su cariño, su respeto, y puedes empezar a amarte tú... a hacerlo por y para ti…
En ocasiones, la persona no encuentra ese apoyo sanador en su entorno cercano, no haya la forma de respetarse, de cambiar sus creencias negativas y de potenciar o desarrollar las positivas, de ver o tener consciencia de lo bueno que hay en sí mismo. En dicha situación, el apoyo de un terapeuta y el aprendizaje a través de la relación terapéutica, con esta figura de referencia para la persona, puede ser el inicio de un camino de cambio para quién siente dicha necesidad y está en el proceso de búsqueda de cómo hacerlo.
*Esta experiencia sanadora, de aprender a amarse a uno mismo (y posteriormente poder llegar a amar a otros de forma "sana") la senti y tuve en su máximo sentido, trabajando como Psicóloga del Centro de Protección de Menores "La Casita de Reposo". Era algo frecuente, en función del grado de afectación y problemática (familiar, personal en el sentido psicológico y físico, social, académica) de cada menor, la vivencia de inseguridad "camuflada" entre muy diversa "sintomatologia" (incluida la agresiva). Siendo el principal instrumento de trabajo el VÍNCULO Y LA RELACIÓN TERAPÉUTICA con cada menor, para potenciar, restablecer y desarrollar un sentimiento de amor hacia uno mismo (y posteriormente hacia el prójimo).
-Los niños/as, chicos y chicas del Centro iban sanando (cada uno a su ritmo) a través del apoyo, amor, cariño, cercanía emocional y física (menores que en muchos casos eran víctimas de falta de carencias diversas: con vínculos de apego inseguro-evitativo , ambivalente o desorganizado), límites protectores, acompañamiento, sostenimiento de sus necesidades... de educadores, psicóloga, trabajadora social, coordinador, director... e incluso del personal no técnico (cuidadosamente seleccionado por sus cualidades humanas y profesionales).
-El trabajo en equipo y lleno de amor hacia estos menores derivaba en el establecimiento de relaciones terapéuticas para cada uno de ellos, a través de un vínculo de apego seguro hacia ellos y hacia sus familias (de origen y en ocasiones de acogimiento), que les proporcionaba esta experiencia de la que habían carecido en si vivencia personal.
-Esta fue una experiencia profesional y personal que aumentó mi creencia y confianza en los recursos y la fuerza de cada ser humano, de cualquier persona, para construirse su propio futuro si quiere y opta por esta elección de asumir su propia responsabilidad para el cambio, y busqueda de los recursos y apoyos necesarios para ello (potenciando los que ya tiene a través de darse cuenta de éstos y desarrollarlos, o la forma de encontrarlos en caso de carecer de ellos). Y cómo una persona que está en dicha disposición, puede abrir "su campo de percepción-de consciencia" para su propio crecimiento personal.
*Esta experiencia sanadora, de aprender a amarse a uno mismo (y posteriormente poder llegar a amar a otros de forma "sana") la senti y tuve en su máximo sentido, trabajando como Psicóloga del Centro de Protección de Menores "La Casita de Reposo". Era algo frecuente, en función del grado de afectación y problemática (familiar, personal en el sentido psicológico y físico, social, académica) de cada menor, la vivencia de inseguridad "camuflada" entre muy diversa "sintomatologia" (incluida la agresiva). Siendo el principal instrumento de trabajo el VÍNCULO Y LA RELACIÓN TERAPÉUTICA con cada menor, para potenciar, restablecer y desarrollar un sentimiento de amor hacia uno mismo (y posteriormente hacia el prójimo).
-Los niños/as, chicos y chicas del Centro iban sanando (cada uno a su ritmo) a través del apoyo, amor, cariño, cercanía emocional y física (menores que en muchos casos eran víctimas de falta de carencias diversas: con vínculos de apego inseguro-evitativo , ambivalente o desorganizado), límites protectores, acompañamiento, sostenimiento de sus necesidades... de educadores, psicóloga, trabajadora social, coordinador, director... e incluso del personal no técnico (cuidadosamente seleccionado por sus cualidades humanas y profesionales).
-El trabajo en equipo y lleno de amor hacia estos menores derivaba en el establecimiento de relaciones terapéuticas para cada uno de ellos, a través de un vínculo de apego seguro hacia ellos y hacia sus familias (de origen y en ocasiones de acogimiento), que les proporcionaba esta experiencia de la que habían carecido en si vivencia personal.
-Esta fue una experiencia profesional y personal que aumentó mi creencia y confianza en los recursos y la fuerza de cada ser humano, de cualquier persona, para construirse su propio futuro si quiere y opta por esta elección de asumir su propia responsabilidad para el cambio, y busqueda de los recursos y apoyos necesarios para ello (potenciando los que ya tiene a través de darse cuenta de éstos y desarrollarlos, o la forma de encontrarlos en caso de carecer de ellos). Y cómo una persona que está en dicha disposición, puede abrir "su campo de percepción-de consciencia" para su propio crecimiento personal.
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