Comparto con mis lectores este artículo que habla de la aparición de DEPRESIÓN en NIÑOS-ADOLESCENTES tras la muerte de uno de sus padres y que sufren un DUELO por dicha pérdida de la persona amada, junto con las secuelas que les conlleva si ese duelo se convierte en Duelo Patológico.
Resalto alguno de los enunciados que aporta la investigación de la que se habla en este artículo y ante los que hay que estar alerta cuando el padre/la madre de un niño-adolescente fallece:
- Hasta un 10% de los menores huérfanos tiene riesgo de sufrir depresión
(añado yo: hay diferencia ente el proceso natural de duelo, tras el cual la persona se recuperará después de cierto tiempo, por lo tanto, sería perjudicial e inoportuno perturbar el desarrollo natural de éste, y una depresión tras el agravamiento y prolongación del duelo cuando éste se convierte en duelo patolótigo; de ahí la importancia de la prevención).
- Se debe estar alerta ante la tristeza prolongada en los adolescentes
--Uno de los factores que predicen un duelo patológico en el hijo es el hecho de que la pérdida se produzca por un suicidio. Lo mismo sucede con aquellos menores con historial de depresión antes de la defunción. "Ellos tienen más riesgo de que los síntomas del duelo sean más graves y duren más tiempo",
--También juega un papel fundamental el estado de la madre o del padre que se ha quedado viudo. "Los niños y los adolescentes tienen más posibilidades de pasar por una depresión cuando el duelo del padre superviviente se prolonga en el tiempo, si se sienten culpables de lo sucedido o experimentan otros eventos estresantes mientras intentan superar su pérdida".
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