martes, 31 de mayo de 2011

Para cuando se pierde la fe en que ¡ SE PUEDE ! , ¡ SE PUEDE !.

La crisis económica por la que está pasando España, y con ella muchos habitantes de nuestro país, están sufriendo efectos en las personas que pueden llevar desde estados conocidos coloquialmente como “depresivos” (la depre o estados de ánimo bajo), o episodios aislados de ansiedad, hasta estados depresivos mayores, distimia, trastorno generalizado de ansiedad, trastornos somáticos, entre otros problemas clínicos que aparecen en la consulta del psicólogo. Vemos como nuestros pacientes presentan dificultades para evitar que aparezcan antiguas creencias negativas (que puedieron erradicar pero ahora les reaparecen), les cuesta mantener las creencias positivas, han de luchar día a día por mantenerse fuertes emocionalmente, mientras su sentimiento de valía y su autoestima están seriamente dañadas.

Para todos vosotros, que en un momento u otro del día (a veces por las mañanas si os cuesta levantaros, otras por las tardes cuando parece que se os complica todo un poco más y el día se os está haciendo muy largo, o por las noches con insomnio), es este poema.
Lo comparto contigo, con cada uno de vosotros a modo de una herramienta más, útil  (en ese momento, como recurso para el mismo) para sentir de nuevo ganas en vuestro cuerpo de continuar, y ánimo para hacerlo.
 Este poema es de un AUTOR ANÓNIMO y aparece publicado en “Toma un café contigo mismo” de Walter Dresel . Son unas palabras de ayuda externa de una persona con la que tengamos un vínculo de apego seguro, aunque  también nos pueden servir para recordar ese apoyo (aunque no nos lo esté dedicando nadie),  que seguramente tendremos en algún ser relevante para nosotros, que sin embargo olvidamos que está, en esta situación de crisis personal. También puede servirte para “revitalizarte” si te lo dices a ti mismo a modo de ¡Levántate! (¡venga, me voy a levantar!), como pensamiento positivo y que a su vez te puede incitar a un cambio de tus expectativas, de que puedes hacerlo, para así pasar posteriormente a hacerlo :


¡ SE PUEDE !

Si me ves cansado… fuera del sendero,
ya casi sin fuerzas para hacer camino;
si me ves sintiendo que la vida es dura,
porque ya no puedo, porque ya no sigo.
Ven a recordarme cómo es un comienzo,
ven a desafiarme con tu desafío.

Muéveme el alma,
vuélveme el impulso
llévame a mí mismo.

Yo sabré encender mi lámpara
en el tiempo oscuro, entre el viento frío,
volveré a ser fuego desde brasas quietas,
que alumbre y reviva mi andar peregrino.
Vuelve a susurrarme aquella consigna
desde el primer paso para un principio.
Muéstrame la garra que se necesita para levantarse desde lo caído.

Si me ves cansado, fuera del sendero,
sin ver más espacios que el de los abismos,
trae a mi memoria que también hay puentes,
que también hay alas, que aún no hemos visto.

Que vamos armados de fe y de bravura,
que seremos siempre lo que hemos creído.
Que somos guerreros de la vida plena,
que todo nos guía hacia nuestro sitio,
que en un primer paso, y en un nuevo empeño,
nos lleva a la forma de no ser vencidos.

Que el árbol se dobla,
se agita, estremece, deshoja y retoña,
pero queda erguido.
Que el único trecho que queda adelante,
es aquel que cubre nuestro pie extendido.

Si me ves cansado, fuera del sendero,
solitario y triste, quebrado y herido,
siéntate a mi lado, tómame las manos,
entra por mis ojos hasta mi escondrijo…
y dime… ¡se puede! e insiste, ¡se puede!
hasta que yo entienda que puedo lo mismo.

Que tu voz despierte, desde tu certeza,
al que de cansancio se quedó dormido.
Y tal vez, si quieres, préstame tus brazos,
para incorporarme, nuevo y decidido.
Que la unión es triunfo
cuando hombro con hombro vamos,
con el mismo brío.

Si me ves cansado, fuera del sendero,
lleva mi mirada hacia tu camino.
Hazme ver las huellas, que allá están marcadas,
un paso tras otro por dónde has venido.

Y vendrá contigo una madrugada,
la voz insistente para un nuevo inicio,
que abrirá otro rumbo porque…
¡Sí, he creído!... que siempre se puede…
se puede…



He de reseñar que es un poema que, como es obvio, no sólo puede servirnos en una situación de crisis personal generada por una crisis económica, sino para ante cualquier situación personal dónde, como digo en el título de esta entrada, la persona puede llegar a perder por momentos la creencia de que PUEDE SEGUIR ADELANTE LUCHANDO.


Y finalmente, cuando la persona ha llegado a vivenciar en ese momento, después de su tiempo necesario para alcanzar este estado, y llegar a un momento de  su proceso en el que puede volver a sentir que sí puede y a creerlo así de nuevo en ese instante, escuchar esta canción vigorizante y activadora (pulsando el enlace), puede darle/darte más fuerza aún para el siguiente paso: ir al acto.
Nota: Lo importante de esta canción es lo que te hace sentir, cómo puede llevarte a ponerte los pelos de punta (y así a transmitirte ánimos y ganas de ... de ir, de hacer... de ponerte a hacer), las sensaciones vigorizantes que puede producirte y cómo usar éstas en tu propio beneficio (por ello, para que no te pierdas en el contenido de su letra,  he elegido esta versión dónde no aparece la misma, pues así será una auténtica experimentación en este sentido).



                                                            Nessun Dorma,  de Pavarotti.
                     

Espero que ambos recursos externos, te hayan permitido encontrar en ti mismo tus creencias positivas, y sentir cierta mejora de ánimo para identificar tus propios recursos (además de los dos anteriores) que te permitan en ese punto de tu camino,  seguir haciendo frente o empezar a hacerlo,  en ese aquí y ahora para ti , a tu situación de crisis personal.




                                                           

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